Página 103 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Desconfiad de todas las enseñanzas erróneas
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escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del
maligno.”
Efesios 6:16
.
Los peores enemigos que tenemos son aquellos que están tra-
tando de destruir la influencia de los atalayas que están sobre los
muros de Sión. Satanás obra por medio de agentes. Está haciendo
un esfuerzo ferviente aquí. Trabaja de acuerdo con un plan definido,
y sus agentes obran de concierto. Una línea de incredulidad se ex-
tiende a través del continente, y está en comunicación con la iglesia
de Dios. Su influencia tiende a minar la confianza en la obra del
Espíritu de Dios. Este elemento está aquí, y obra silenciosamente.
Tened cuidado, no sea que seáis hallados ayudando al enemigo de
Dios y del hombre mediante la difusión de falsos informes, y por
crítica y oposición decidida.
Por medios engañosos y conductos invisibles, Satanás está traba-
jando para fortalecer su autoridad y poner obstáculos en el camino
del pueblo de Dios, a fin de que las almas no queden libres de su
poder, y reunidas bajo el estandarte de Cristo. Por sus engaños, está
tratando de seducir y apartar de Cristo a las almas, y aquellos que no
estén establecidos en la verdad quedarán seguramente entrampados
por él. A aquellos a quienes no pueda inducir a pecar, los perseguirá,
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como los judíos a Cristo.
El objeto de Satanás es deshonrar a Dios, y obra con todo elemen-
to no santificado para lograr este designio. Los hombres a quienes
usa como instrumentos para hacer esta obra, son cegados, y no ven
lo que están haciendo hasta que están tan profundamente envueltos
en la culpabilidad que piensan que ya sería inútil tratar de recobrarse
y, arriesgándolo todo, continúan en la transgresión hasta el amargo
fin.
Satanás espera envolver al pueblo remanente de Dios en la ruina
general que está por sobrevenir a la tierra. A medida que la venida de
Cristo se acerque, será más resuelto y decidido en sus esfuerzos para
vencerlo. Se levantarán hombres y mujeres, profesando tener alguna
nueva luz o alguna nueva revelación que tenderá a conmover la fe
en los antiguos hitos. Sus doctrinas no soportarán la prueba de la Pa-
labra de Dios, pero habrá almas que serán engañadas. Harán circular
falsos informes, y algunos serán prendidos en esta trampa. Creerán
estos rumores, y a su vez los repetirán, y así se formará un vínculo
que los ligue con el gran engañador. Ese espíritu no se manifestará