Página 102 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
La obra sutil de Satanás
Satanás está trabajando constantemente; pero pocos tienen idea
alguna de su actividad y sutileza. El pueblo de Dios debe estar
preparado para resistir al astuto enemigo. Esta resistencia es lo
que Satanás teme. El conoce mejor que nosotros el límite de su
poder, y cuán fácilmente puede ser vencido si le resistimos y le
hacemos frente. Por la fuerza divina, el santo más débil puede más
que él y todos sus ángeles, y si se le probase podría mostrar su
poder superior. Por lo tanto los pasos de Satanás son silenciosos, sus
movimientos furtivos, y sus baterías enmascaradas. El no se atreve a
mostrarse abiertamente, no sea que despierte las energías dormidas
del cristiano, y le impulse a ir a Dios en oración.
El enemigo se está preparando para su última campaña contra
la iglesia. Está de tal manera oculto de la vista que para muchos
es difícil creer que existe, y mucho menos pueden ser convencidos
de su asombrosa actividad y poder. Han olvidado mayormente su
pasado, y cuando da otro paso adelante, no le reconocen como su
enemigo, la serpiente antigua, sino que le consideran como un amigo
que está haciendo una buena obra. Jactándose de su independencia,
bajo la influencia especiosa y hechicera de Satanás, obedecen a los
peores impulsos del corazón humano, y sin embargo creen que Dios
los está conduciendo. Si sus ojos pudiesen abrirse para distinguir a
su capitán, verían que no están sirviendo a Dios, sino al enemigo de
toda justicia. Verían que la independencia de que se jactan es una
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de las más pesadas cadenas que Satanás pueda forjar en torno de las
mentes desequilibradas.
El hombre es cautivo de Satanás, y está naturalmente inclinado a
seguir sus sugestiones y cumplir sus órdenes. No tiene en sí mismo
poder para oponer resistencia eficaz al mal. Únicamente en la medi-
da en que Cristo more en él por la fe viva, influyendo en sus deseos e
impartiéndole fuerza de lo alto, puede el hombre atreverse a arrostrar
a un enemigo tan terrible. Todo otro medio de defensa es completa-
mente vano. Es únicamente por Cristo cómo es limitado el poder de
Satanás. Esta es una verdad portentosa que todos debieran entender.
Satanás está ocupado en todo momento, yendo de aquí para allá en
la tierra, buscando a quien devorar. Pero la ferviente oración de fe
frustrará sus esfuerzos más arduos. Embrazad, pues, hermanos, “el