Página 19 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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El día del señor se acerca
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cristiana manifestada en la vida, serán como una vislumbre del cielo
concedida a los hombres del mundo para que vean y aprecien su
excelencia.
Las cosas semejantes se atraen entre sí. Los que están bebiendo
de la misma fuente de bendición se acercarán unos a otros. La verdad,
morando en el corazón de los creyentes, llevará a una bienaventurada
y feliz asimilación. Así recibirá respuesta la oración que elevó Cristo,
para que sus discípulos fuesen uno como él es uno con el Padre.
Todo corazón verdaderamente convertido se esforzará por alcanzar
esta unidad.
Entre los impíos habrá una armonía engañosa que ocultará tan
sólo parcialmente una discordia perpetua. En su oposición a la
voluntad y la verdad de Dios, están unidos mientras que en todos los
demás puntos están desgarrados por el odio, la emulación, los celos
y la contienda mortífera.
El metal puro y el vil están ahora tan mezclados que únicamente
el ojo discernidor del Dios infinito puede distinguir con certidumbre
entre ellos. Pero el imán moral de la santidad y la verdad atraerá y
reunirá el metal puro, mientras que rechazará el vil y falsificado.
Una falsa seguridad
“Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy presuroso”
(
Sofonías 1:14
); pero ¿dónde contemplamos el verdadero espíritu
adventista? ¿Quiénes se están preparando para subsistir en ese tiem-
[14]
po de tentación que está por sobrecogernos? El pueblo al cual Dios
ha confiado las verdades sagradas, solemnes y escrutadoras para este
tiempo, está durmiendo en su puesto. Dice por sus acciones: Tene-
mos la verdad, somos ricos, y estamos enriquecidos, y no tenemos
“necesidad de ninguna cosa;” mientras que el Testigo Fiel declara:
“Y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y
desnudo.”
Apocalipsis 3:17
.
¡Con qué fidelidad describen estas palabras la condición actual
de la iglesia: “Y
no conoces
que tú eres un cuitado y miserable y
pobre y ciego y desnudo”! Los siervos de Dios presentan mensajes
de amonestación dictados por el Espíritu Santo, que señalan defectos
de carácter a los que yerran; pero ellos dicen: “Esto no representa mi