Página 227 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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La apariencia del mal
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Cultívese la sociabilidad con un buen fin
Vuelvo a instaros acerca de la necesidad de cultivar la pureza en
todo pensamiento, palabra y acción. Tenemos una responsabilidad
individual delante de Dios, una obra individual que nadie puede
hacer por nosotros; consiste en hacer mejor el mundo por los pre-
ceptos, el esfuerzo personal y el ejemplo. Aunque debemos cultivar
la sociabilidad, no debe ser meramente para divertirnos, sino con un
propósito. Hay almas que salvar. Acercaos a ellas por el esfuerzo
personal. Abrid vuestras puertas a los jóvenes que están expuestos a
la tentación. El mal los invita por todas partes. Tratad de interesarlos.
Si ellos están llenos de defectos, tratad de corregir estos errores.
No os mantengáis separados de ellos, sino antes acercaos a ellos.
Traedlos a vuestros hogares; invitadlos a vuestro culto familiar. Hay
una obra que miles necesitan que sea hecha por ellos. De todo árbol
del huerto de Satanás cuelgan frutas tentadoras y venenosas, y se
pronuncia una maldición sobre todos los que las desprendan y co-
man. Recordemos los requerimientos de Dios para con nosotros en
cuanto a hacer clara, brillante y atrayente la senda del cielo, a fin de
que arrebatemos almas de los destructivos ensalmos de Satanás.
Dios nos ha dado la razón para que la usemos con propósito
noble. Estamos aquí como quienes son probados para la vida futura.
Es un período demasiado solemne para que alguno de nosotros sea
descuidado o avance con incertidumbre. Nuestro trato con otros
debe caracterizarse por la sobriedad y el ánimo celestial. Nuestra
conversación debe girar sobre cosas celestiales. “Entonces los que
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temen a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó
y oyó, y fué escrito libro de memoria delante de él para los que temen
a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí
especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día que yo
tengo de hacer: y perdonarélos como el hombre que perdona a su
hijo que le sirve.”
Malaquías 3:16, 17
.
¿Hay algo más digno de embargar la mente que el plan de la
redención? Este es un tema inagotable. El amor de Jesús, la salva-
ción ofrecida por este amor infinito al hombre caído, la santidad del
corazón, la verdad preciosa y salvadora para estos postreros días, la
gracia de Cristo: éstos son temas que pueden animar el alma, y hacer
sentir a los puros de corazón aquel gozo que los discípulos sintieron