Página 228 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
cuando Jesús vino y anduvo con ellos mientras viajaban a Emaús.
El que ha concentrado sus afectos en Cristo apreciará esta clase de
asociación santificada, y recibirá fuerza divina por un trato tal; pero
el que no tiene aprecio por esta clase de conversación prefiere hablar
de insensateces sentimentales, se ha alejado de Dios, y va muriendo
para las aspiraciones altas y nobles. Los tales interpretan lo sensual
y terrenal como si fuese celestial. Cuando la conversación es de ca-
rácter frívolo y es una desasosegada búsqueda de simpatía y aprecio
humano, brota de un sentimentalismo amoroso enfermizo, y ni los
jóvenes ni los hombres de canas están seguros. Cuando la verdad de
Dios sea un principio permanente en el corazón, se asemejará a una
fuente viva. Pueden hacerse tentativas para reprimirla, pero brotará
en otro lugar; si está allí no puede ser reprimida. Cuando la verdad
está en el corazón es un manantial de vida. Refresca a los cansados,
y refrena los pensamientos y las palabras viles.
¿No están sucediendo bastantes cosas en derredor nuestro para
mostrarnos los peligros que asedian nuestra senda? Por doquiera
vemos náufragos de la humanidad, el culto familiar descuidado,
hogares quebrantados. Hay un extraño abandono de los principios
buenos, un rebajamiento de la norma de la moralidad; están aumen-
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tando rápidamente los pecados que atrajeron los juicios de Dios
sobre la tierra en ocasión del diluvio y la destrucción de Sodoma
por el fuego. Nos estamos acercando al fin. Dios ha soportado largo
tiempo la perversidad, pero su castigo no es menos seguro. Apárten-
se de toda iniquidad los que profesan ser la luz del mundo. Vemos
manifestado contra la verdad el mismo espíritu que se vió en el
tiempo de Cristo. Por falta de argumentos bíblicos, los que anulan
la ley de Dios fabricarán mentiras para manchar y ennegrecer a los
obreros. Así lo hicieron con el Redentor del mundo; y así harán con
quienes le sigan. Serán presentados como verdad informes que no
tienen el menor fundamento.
El secreto de la fuerza
Dios ha bendecido a sus hijos que guardan sus mandamientos,
y toda la oposición y las mentiras que hayan de arrostrar no harán
sino fortalecer a los que defienden con firmeza la fe una vez dada
a los santos. Pero si los que profesan ser depositarios de la ley de