Página 260 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
estudiar la Palabra de Dios se encuentran en oposición directa a sus
más claras enseñanzas. Entonces, para dejar a hombres y mujeres
sin excusa, Dios da testimonios claros y señalados, a fin de hacerlos
volver a la Palabra que no han seguido. La Palabra de Dios abunda
en principios generales para la formación de hábitos correctos de
vida, y los testimonios, generales y personales, han sido calculados
para atraer su atención más especialmente a esos principios.
El 3 de abril de 1871, este asunto me fué presentado en un sueño.
Me parecía estar asistiendo a una reunión importante, en la cual
había mucha gente congregada. Muchos estaban postrados delante
de Dios en ferviente oración, y parecían estar muy preocupados. Im-
portunaban al Señor con súplicas por luz especial. Algunos parecían
agonizar en espíritu; sus sentimientos eran intensos; con lágrimas
clamaban en alta voz por ayuda y luz. Nuestros hermanos más emi-
nentes estaban en esta escena tan impresionante. El Hno. S***estaba
postrado sobre el suelo, aparentemente en profunda angustia. Su
esposa estaba sentada entre un grupo de indiferentes burladores.
Parecía que ella deseaba que todos supiesen que despreciaba a los
que así se humillaban.
Soñé que el Espíritu del Señor descendía sobre mí, y me levanté
entre lloros y oraciones y dije: El Espíritu del Señor Dios está sobre
mí. Me siento instada a deciros que debéis comenzar a trabajar in-
dividualmente por vosotros mismos. Estáis esperando y deseando
que Dios haga una obra que os ha dado a vosotros. Si os disponéis a
hacer vosotros mismos la obra que sabéis que debéis hacer, Dios os
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ayudará cuando necesitéis ayuda. Habéis dejado sin hacer aquello
mismo que Dios os confió a vosotros. Habéis estado invitando a Dios
a hacer vuestra obra. Si hubieseis seguido la luz que os había dado,
haría brillar más luz sobre vosotros; pero mientras descuidáis los
consejos, las amonestaciones y reproches que os ha dado, ¿como po-
déis esperar que Dios os dé más luz y bendiciones que descuidaríais
y despreciaríais? Dios no es hombre; no puede ser burlado.
Tomé la preciosa Biblia, y la rodeé con los varios
Testimonios
para la Iglesia,
dados para el pueblo de Dios. Aquí se tratan, dije
yo, los casos de casi todos. Se les señalan los pecados que deben
rehuir. El consejo que desean puede encontrarse aquí, dado para
otros casos similares. A Dios le ha agradado daros línea tras línea y
precepto tras precepto. Pero pocos de entre vosotros saben realmente