La necesidad de la iglesia
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tomó los cinco panes y los dos pececillos. Sin duda se hicieron mu-
chas declaraciones acerca de la imposibilidad de satisfacer a cinco
mil hombres hambrientos, además de las mujeres y los niños, con
tan escasas provisiones. Pero Jesús dió gracias y puso los alimentos
en las manos de los discípulos, para que los distribuyesen. Ellos
los repartieron a la multitud, y el alimento se iba multiplicando en
sus manos. Cuando la multitud hubo sido alimentada, los discípulos
mismos se sentaron y comieron con Cristo de la provisión impartida
por el cielo. Esta es una lección preciosa para cada uno de los que
siguen a Cristo.
* * * * *
La religión pura y sin mancha consiste en “visitar los huérfanos
y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este
mundo.”
Santiago 1:27
. Los miembros de nuestras iglesias tienen
mucha necesidad de conocer la piedad práctica. Necesitan practicar
la abnegación y el sacrificio propio. Necesitan dar al mundo eviden-
cia de que son semejantes a Cristo. Por lo tanto la obra que Cristo
requiere de ellos no debe ser hecha por medio de otro, ni deben dele-
gar a alguna comisión o institución la carga que ellos mismos deben
llevar. Han de llegar a ser semejantes a Cristo en carácter, dando de
sus recursos y de su tiempo, su simpatía, su esfuerzo personal, para
ayudar a los enfermos, consolar a los afligidos, aliviar a los pobres,
estimular a los desalentados, iluminar a las almas que están en las
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tinieblas, señalar a Cristo a los pecadores, y grabar en los corazones
la obligación de guardar la ley de Dios.
La gente está vigilando y pesando a aquellos que aseveran creer
las verdades especiales para este tiempo. Está vigilando para ver en
qué representan su vida y conducta a Cristo. Al empeñarse humilde
y fervientemente en la obra de hacer bien a todos, el pueblo de Dios
ejercerá una influencia que se hará sentir en toda aldea y ciudad
donde penetró la verdad. Si todos los que conocen la verdad echan
mano de esta obra a medida que se les presentan las oportunidades,
haciendo día tras día pequeños actos de amor en el vecindario donde
viven, Cristo se manifestará a sus vecinos. El Evangelio será revelado
como poder viviente, y no como fábulas por arte compuestas u
ociosas especulaciones. Se revelará como una realidad, no como