Página 508 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
vencemos y persuadimos; con ella ofrecemos oración y alabanza a
Dios; y con ella transmitimos ricos pensamientos acerca del amor
del Redentor. Por el uso correcto del don del habla, el colportor
puede sembrar en muchos corazones las preciosas semillas de la
verdad.
La integridad en los negocios
La obra se paraliza porque, los que aseveran seguir a Cristo no
obedecen a los principios evangélicos. La manera incorrecta en que
algunos colportores, tanto antiguos como nuevos, han cumplido su
obra demuestra que tienen que aprender lecciones importantes. Se
me ha mostrado mucho trabajo desordenado. Algunos se han acos-
tumbrado a hábitos deficientes, y han manifestado esta deficiencia
en la obra de Dios. Las sociedades de publicaciones han contraído
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grandes deudas porque los colportores no pagaron sus cuentas. Los
colportores han considerado que se los trataba mal si se les pedía
que pagasen puntualmente los libros recibidos de las casas editoras.
Sin embargo, la única manera de hacer negocios es exigir el pago
puntual.
* * * * *
Deben arreglarse las cosas de tal manera que los colportores
tengan bastante para vivir sin retirar más de lo que les corresponde.
Esta puerta de tentación debe cerrarse y atrancarse. Por honrado
que sea un colportor, se presentarán en su trabajo circunstancias que
serán para él una grave tentación.
* * * * *
La pereza y la indolencia no son frutos del árbol cristiano. Nin-
gún alma puede practicar la prevaricación o la improbidad en el
manejo de los bienes del Señor y permanecer sin culpa delante de
Dios. Todos los que hacen esto niegan a Cristo por sus acciones.
Mientras que profesan cumplir y enseñar la ley de Dios, no practican
sus principios.
Los bienes del Señor deben manejarse con fidelidad. El Señor
ha confiado a los hombres la vida, la salud y las facultades del