La individualidad
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Las mentes de los seres humanos son diferentes
¿Por qué necesitamos de Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo y
otros autores que dieron su testimonio con respecto a la vida del
Salvador durante su ministerio terrenal? ¿Por qué no pudo haber
escrito uno de esos discípulos un relato completo para darnos así un
informe bien eslabonado de la vida y la obra de Cristo?
Los Evangelios son diferentes, y sin embargo el relato se com-
bina en un armonioso conjunto. Un escritor presenta detalles que
el otro no da. Si estos detalles son esenciales, ¿por qué no los men-
cionan todos los autores? Se debe a que las mentes de los hombres
difieren, y no entienden las cosas exactamente de la misma manera.
Algunas verdades atraen con mucho más fuerza las mentes de cierta
clase de personas y no de otras. Este mismo principio se aplica a
los oradores. Algunos dedican mucho tiempo a ciertos puntos que
otros tratarían rápidamente o que no los mencionarían para nada.
Por eso varias personas presentan la verdad con más claridad que
una sola.—
Manuscrito 87, 1907
.
La individualidad no debe ser destruida
El Señor no quiere que se destruya nuestra individualidad; no es
su propósito que dos personas sean exactamente iguales en gustos y
disposiciones. Todos tienen características peculiares, y estas no de-
ben destruirse, sino educarse, moldearse, transformarse a la similitud
de Cristo. El Señor convierte las actitudes y las capacidades natura-
les, en instrumentos provechosos. En el desarrollo de las facultades
que Dios ha dado, los talentos y las habilidades crecen, si el instru-
mento humano reconoce el hecho de que sus facultades le han sido
confiadas por Dios, para ser usadas, no con propósitos egoístas [...],
sino para la gloria de Dios y el bien de sus semejantes.—
Nuestra
Elavada Vocacion, 92 (1894)
.
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Cada niño debe tener su individualidad
Se puede disciplinar a un niño para que no tenga voluntad propia,
como si fuera un animal, con su individualidad sumergida en la de
su maestro [...]. Pero, en la medida de lo posible, cada niño debe ser
educado para bastarse a sí mismo. Al poner en funcionamiento sus