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Tabla de Contenidos
Información sobre este libro | 5 |
Prefacio | 42 |
Sección 9—Interrelación del cuerpo y la mente | 47 |
Capítulo 39—Es necesaria la acción armoniosa de toda la personalidad | 48 |
Una misteriosa relación | 48 |
La armonía depende de la conformidad con leyes fijas | 48 |
Un arpa de mil cuerdas | 48 |
Todo forma parte de un conjunto perfecto | 49 |
Desarrollo armonioso de las facultades mentales y morales | 49 |
La falta de acción armoniosa provoca las enfermedades | 49 |
Una facultad disminuida perjudica a todo el conjunto | 49 |
Cuidado con el exceso de trabajo | 50 |
Consejo a algunos que se entregaban a expresiones exageradas | 51 |
La armonía implica un esfuerzo compartido (consejo a un esposo) | 52 |
Las inclinaciones carnales deberían estar bajo control | 52 |
Salud del cuerpo y de la mente | 52 |
La vida sana favorece la perfección del carácter | 53 |
La mente, los tendones y los músculos tienen que funcionar armoniosamente | 53 |
La felicidad es resultado de la acción armoniosa de todas las facultades | 53 |
La influencia de la alegría | 54 |
Capítulo 40—El cuerpo afecta a la mente | 55 |
Íntima relación entre la mente y el cuerpo | 55 |
El esfuerzo mental resulta afectado por el vigor físico | 55 |
La facultad de discriminar entre lo correcto y lo incorrecto | 56 |
Los hábitos erróneos conducen a conceptos distorsionados | 56 |
Los hábitos físicos afectan al cerebro | 56 |
Pedro y la relación que existe entre el cuerpo y la mente | 57 |
El uso indebido de las facultades físicas desequilibra el sistema nervioso | 57 |
La ociosidad debilita la energía mental | 58 |
El trabajo manual da descanso a la mente | 58 |
El baño da fuerza al cuerpo y a la mente | 58 |
Descanso en lugar de estimulantes | 58 |
La mente entregada a un descanso reparador | 59 |
Capítulo 41—El régimen alimentario y la mente | 60 |
El cerebro debe estar sano | 60 |
El cerebro provisto de vida y fortaleza | 60 |
Resultados de ignorar las leyes de la naturaleza | 60 |
Íntima relación entre lo que comemos y la mente | 61 |
La complacencia del apetito es la mayor causa de debilidad mental | 61 |
Mente confundida por un régimen alimentario inadecuado | 61 |
Satanás domina la mente por medio del apetito | 62 |
Los órganos de la digestión afectan a la felicidad | 62 |
El vigor de la mente depende del cuerpo (consejo a escritores y pastores) | 62 |
Horarios irregulares, descuido y falta de atención a las leyes de la salud | 63 |
El exceso de comida debilita la mente | 63 |
La complacencia del apetito embota los más nobles sentimientos de la mente | 63 |
El exceso de comida produce olvido y pérdida de la memoria (consejo a un amante de la comida) | 64 |
El exceso de comida embota las emociones | 64 |
Restrinja la diversidad de alimentos | 64 |
El plan de Dios para nosotros | 65 |
La actividad intelectual se dificulta como consecuencia de un consumo abundante de carne | 65 |
Lo que comemos puede disminuir la capacidad intelectual | 65 |
El consumo de carne y el estado de ánimo | 66 |
Consecuencias del consumo de carne de cerdo | 66 |
Quien come imprudentemente se descalifica para ser consejero | 66 |
El café afecta a las facultades mentales y morales | 67 |
La alimentación errónea produce pensamientos erróneos | 67 |
El elevado aprecio que se debe tener por la expiación queda anulado | 68 |
Demasiado cuidado acerca de la comida | 68 |
Coma de acuerdo con su buen criterio y después, descanse | 68 |
Los intemperantes no pueden tener paciencia | 69 |
La dispepsia conduce a la irritabilidad | 69 |
El alimento malsano anestesia la conciencia | 69 |
Una definición de la temperancia en el comer | 70 |
Hemos de evitar los extremismos | 70 |
Capítulo 42—La mente y la salud | 71 |
La mente controla al ser humano en su totalidad | 71 |
La energía eléctrica vitaliza todo el organismo | 71 |
Pocos se dan cuenta del poder de la mente sobre el cuerpo | 71 |
Víctimas de una imaginación enfermiza | 71 |
La mente restringe la circulación (consejo personal) | 72 |
Frutos de una mente descuidada y soñolienta (consejo a una joven) | 73 |
Salud sacrificada en aras de los sentimientos (consejo a una mujer de voluntad fuerte) | 73 |
Enfermedad mental producida por lenguas no santificadas (comentarios sobre el fallecimiento de la esposa de un administrador) | 74 |
Una mente recargada perjudica la salud | 74 |
La actividad mental produce buena salud | 74 |
La energía eléctrica del cerebro resiste la enfermedad | 75 |
El descontento y las quejas provocan enfermedades | 75 |
Una actitud desalentadora es perjudicial para la salud (consejo a una mujer perturbada) | 75 |
Incapacidad para pensar razonablemente | 76 |
Egocentrismo: un impedimento para la recuperación | 76 |
Aparte la mente del yo | 77 |
Hacer el bien libera fuerzas positivas | 77 |
La seguridad mejora la salud | 77 |
Efectos tranquilizadores de las condiciones adecuadas de trabajo (consejo a un administrador muy atareado) | 77 |
Paz mental, la senda que conduce a la salud | 78 |
El amor, la esperanza y la alegría son esenciales para la salud | 78 |
Cristo es la respuesta | 79 |
Capítulo 43—La mente y la salud espiritual | 80 |
El fruto de la vida espiritual | 80 |
Cuerpo, mente y alma se benefician gracias a la comunión con Dios | 80 |
El amor a Dios es esencial para la salud | 80 |
La salud del cuerpo resulta esencial para la salud espiritual | 80 |
Las buenas obras promueven la salud | 81 |
La piedad está en armonía con las leyes de la salud | 81 |
Una lucha constante contra las fantasías nocivas de la mente | 81 |
El daño causado a la salud debilita nuestra energía moral | 82 |
El cuerpo: medio de expresión de la mente y el espíritu | 82 |
La mente recibe energía vital por medio del cerebro | 83 |
La dispepsia influye para que nuestra espiritualidad vacile | 83 |
Obrar con rectitud es la mejor medicina | 83 |
Tenemos que preocuparnos tanto del alma como del cuerpo | 84 |
El médico que trata con mentes y corazones distraídos | 84 |
Cristo ilumina la mente | 85 |
La verdad tiene un poder tranquilizador | 85 |
La verdadera religión ayuda a restaurar la salud (palabras dirigidas a pacientes de un sanatorio que asistían a las reuniones de la iglesia local) | 85 |
Consejo a alguien con tendencia a la melancolía | 86 |
Seguridad de la aprobación de Dios | 86 |
Relación entre el pecado y la enfermedad | 86 |
El evangelio es el remedio para las enfermedades provocadas por el pecado | 87 |
En el cielo todo es salud | 87 |
La religión es la verdadera ciencia de la curación | 88 |
El amor por el redentor disipa los miasmas | 88 |
El amor de Cristo es un poder vitalizador | 88 |
Sección 10—La salud mental | 91 |
Capítulo 44—Leyes que gobiernan la mente | 92 |
Fuimos creados con una mente perfectamente equilibrada | 92 |
El creador instituyó las leyes de la mente | 92 |
Las grandes leyes de Dios | 92 |
La transgresión de las leyes de la naturaleza es pecado | 92 |
La transgresión rompe la armonía | 93 |
El efecto sigue a la causa con toda seguridad | 93 |
El poder del autoengaño | 94 |
La mente tiene la posibilidad de discernir | 94 |
Las mentes disciplinadas tienen mayor poder de retención | 94 |
La mente se adapta a las dimensiones de lo familiar | 94 |
La mente se adapta a aquello en lo cual se espacia | 95 |
Nos transformamos por la contemplación | 95 |
La ley del deseo sustitutivo | 96 |
Las convicciones tratan de expresarse | 96 |
La expresión fortalece los pensamientos y sentimientos | 96 |
La mente tiene la facultad de elegir | 97 |
El ser humano está provisto de libertad moral | 97 |
El presente afecta las decisiones futuras | 98 |
La ventaja de la independencia personal | 98 |
La mente descontrolada se debilita | 98 |
El prejuicio impide que la luz ilumine | 99 |
La felicidad depende de la perfecta armonía con las leyes de Dios | 99 |
Capítulo 45—La individualidad | 100 |
La individualidad es poder | 100 |
Cada cual tiene su propia individualidad | 100 |
Unidad en la diversidad | 100 |
Las mentes de los seres humanos son diferentes | 101 |
La individualidad no debe ser destruida | 101 |
Cada niño debe tener su individualidad | 101 |
El matrimonio no debe destruir la individualidad | 102 |
Ambos cónyuges deben conservar su individualidad (consejo para los recién casados) | 102 |
La consagración embellece la individualidad | 103 |
Dios tiene para cada uno un propósito | 103 |
El respeto mutuo | 103 |
Fracasaremos completamente si copiamos a los demás | 104 |
Cada mente tiene una fortaleza peculiar | 104 |
No hay que modelar las mentes de los demás | 104 |
No hemos de ser la sombra de otros | 105 |
Nadie debe sumergir su mente en la de otro | 105 |
Para tener mentes vigorosas | 106 |
Una medida individual | 106 |
La vida interior no puede ser compartida con otro | 106 |
El carácter es personal | 106 |
Reconocimiento de los derechos humanos | 106 |
Dependientes de Cristo | 107 |
Conservar la individualidad en la experiencia cristiana | 107 |
Capítulo 46—Las relaciones humanas | 108 |
Ley de la dependencia mutua | 108 |
Los seres humanos nos necesitamos todos | 108 |
Quien ayuda a los demás se ayuda a sí mismo | 108 |
Influencia permanente | 109 |
Efectos abarcantes de la influencia | 109 |
Influencia de la falta de cortesía | 109 |
Seamos amables | 110 |
Cada acción tiene su influencia | 110 |
Responsables por nuestra influencia personal | 110 |
Rodeados de una atmósfera de fe | 110 |
Cómo tratar con diferentes talentos | 111 |
Una obra sumamente importante | 111 |
Tratar con las mentes es una tarea delicada | 112 |
Todos tienen sus propias pruebas | 112 |
Consejo a una esposa respecto de las relaciones personales | 112 |
Comprensión cristiana | 113 |
La franqueza fomenta la confianza (consejo a un médico) | 113 |
Reformadores, no fanáticos | 113 |
Seamos rectos | 114 |
La honestidad es esencial | 114 |
El inmenso valor de la integridad sin dobleces | 115 |
Hay que comprender a la humanidad | 116 |
No discutamos acerca de agravios | 116 |
Trabajemos en favor de los demás, y con ellos | 117 |
Hemos de tratar a todo el mundo con amabilidad | 117 |
Capítulo 47—La higiene mental | 118 |
Las facultades mentales dependen de la salud | 118 |
Todas las facultades pueden ser cultivadas | 118 |
No descuidemos las facultades débiles | 118 |
La mente se estimula cuando tiene un propósito | 119 |
Un estómago sobrecargado debilita las facultades mentales | 119 |
El desarrollo como resultado del esfuerzo | 120 |
Leyes inmutables | 120 |
La mente se fortalece cuando es correctamente tratada | 120 |
Hay que evitar el exceso de trabajo | 121 |
No vivir dos años en uno solo | 121 |
El estudio excesivo debilita el dominio propio | 121 |
Variedad en lo que pensamos | 121 |
No hay que descuidar el estudio de las ciencias | 122 |
El aire impuro afecta a las facultades mentales | 122 |
Evitemos las prácticas que debilitan | 122 |
Cómo conservar las facultades mentales | 122 |
La corriente eléctrica afecta los poderes vitales | 123 |
Pensamiento independiente y discriminación moral | 123 |
Preparados para lograr la más elevada eficiencia | 123 |
El estudio de la naturaleza fortalece el carácter | 123 |
El estudio de la Biblia da poder a la mente | 124 |
La conversión elimina las tinieblas de la ignorancia | 124 |
Sección 11—Los problemas emocionales | 125 |
Capítulo 48—La culpa | 126 |
El sentimiento de culpa malogra las fuerzas vitales | 126 |
Cómo liberarse del sentimiento de culpa | 126 |
Jesús perdona a pesar de nuestra culpabilidad | 126 |
Su amor libera de la culpabilidad | 127 |
El mayor pecador necesita al mayor salvador | 127 |
Él dará descanso | 127 |
No todos los pecados son de la misma magnitud | 127 |
El culpable necesita un planteamiento | 128 |
Satanás infunde sentimiento de culpa | 128 |
No reclamé las promesas de Dios | 129 |
Las crisis a menudo nos conducen a la fuente de fortaleza | 129 |
No olvidemos la gracia de Cristo | 129 |
La culpabilidad es causa de muchas enfermedades | 130 |
La ignorancia no elimina la culpa | 130 |
La gravedad de la culpa no disminuye al excusar el pecado | 131 |
Las almas humilladas reconocen la culpa | 131 |
Esencial para eliminar el pecado | 132 |
Dios perdona a todos los que acuden a él | 132 |
Esperanza para todos | 132 |
Capítulo 49—El pesar | 134 |
Quebrantan las fuerzas vitales | 134 |
Impide la circulación | 134 |
No pueden remediar ni un solo mal | 134 |
Se ha hecho provisión para cada circunstancia | 134 |
Cuando se anticipan las dificultades, se duplica el peso de la carga | 135 |
Cuando se proyecta una sombra | 135 |
Hablemos más de las bendiciones y menos de las tribulaciones | 135 |
Dejen a un lado ese dolor incontrolable (consejo a una familia doliente) | 136 |
Concentrarse en uno mismo es egoísmo (consejo a un pastor afligido) | 137 |
El pesar hace que la sangre acuda al cerebro (una experiencia personal) | 137 |
Qué hacer con el pesar | 138 |
Los que siempre asienten no siempre son amigos | 139 |
El trabajo en favor de los demás disminuye el dolor | 139 |
Los mejores consoladores | 140 |
Un antídoto para el pesar | 140 |
La separación de Dios produce angustia en el alma | 141 |
Lo entenderemos cuando estemos en el paraíso | 141 |
Capítulo 50—La preocupación y la ansiedad | 142 |
Lo que mata es la angustia, no el trabajo | 142 |
No hemos de obsesionarnos con las dificultades | 142 |
La angustia añade peso a la carga | 142 |
No es la voluntad de Dios | 143 |
La ansiedad produce enfermedad | 143 |
No se preocupe más (consejo a una amiga que estaba por morir) | 143 |
Al angustiarnos nos alejamos de los brazos de Jesús | 143 |
Descansemos en el amor de Cristo | 144 |
La responsabilidad de Dios y la nuestra | 144 |
Angustia y ansiedad pedidos en préstamo | 144 |
Dejemos el futuro en las manos de Dios | 145 |
Una ansiedad indebida | 145 |
La angustia debilita la energía física | 145 |
Cristianos con corazones ansiosos | 146 |
Minuto a minuto | 146 |
No crucemos los puentes antes de tiempo | 146 |
No amoldarse a las normas del mundo | 146 |
La fe puede ser invencible | 147 |
Las plantas no crecen como resultado de la preocupación o el esfuerzo consciente | 147 |
El remedio para la ansiedad | 148 |
La fe disipa la ansiedad | 148 |
El principio básico | 148 |
Vivir un día a la vez: un principio de máxima importancia | 148 |
Fortaleza para cada prueba | 149 |
Capítulo 51—El miedo y los temores | 150 |
Millones sujetos al temor | 150 |
Al desconfiar de Dios, enfrentan mil temores | 150 |
Satanás trata de gobernar por medio del miedo | 151 |
Los temores se fortalecen cuando se consultan | 151 |
Las causas de las enfermedades físicas y mentales | 151 |
El temor no alivia el alma | 152 |
La fe aumenta en el conflicto con la duda y el temor | 152 |
El temor revela incredulidad | 152 |
Es peligroso manifestar temor en la habitación del enfermo | 153 |
El temor contrista al Espíritu Santo | 153 |
La liberación de la culpa libera de los miedos | 154 |
Qué hacer cuando tenemos miedo | 154 |
Los tratos de Dios son claros | 155 |
Apartemos la vista del yo | 155 |
Venzamos el temor mediante la confianza en Cristo | 156 |
Cristo, el portador de cargas | 156 |
Capítulo 52—La depresión | 158 |
Muchas enfermedades son resultado de la depresión | 158 |
Cuando se elimina la depresión, se acelera la recuperación | 158 |
Depresión: consecuencia de una férrea dignidad | 158 |
Depresión mental: producto de habitaciones poco ventiladas | 159 |
La falta de oxígeno causa depresión y angustia | 159 |
La correcta respiración tonifica los nervios | 159 |
La hidropesía y las enfermedades del corazón le causaron depresión a Elena G. de White | 160 |
El poder que se pide prestado resulta en depresión | 160 |
La frialdad en el matrimonio induce a la depresión (consejo a un esposo) | 161 |
La depresión es a veces resultado de excesos sexuales | 161 |
El éxito puede ser seguido por una depresión | 162 |
Cómo controlar una mente deprimida | 162 |
Dos extremos manifestados en la conducta | 163 |
Influencia de la lectura para alegrar o desanimar | 163 |
Una persona desanimada es una carga para sí misma (consejo a un estudiante de medicina) | 163 |
Desánimo oculto bajo una fachada de bravuconería | 164 |
Cómo vencer los pensamientos negativos (consejo a una familia) | 164 |
Frutos de los presentimientos negativos (consejo a un esposo depresivo) | 165 |
Cómo vencer la inestabilidad emocional (consejo a una persona de carácter lúgubre) | 165 |
No es necesario ser esclavos de la depresión | 166 |
Remedio sugerido a un pastor deprimido | 166 |
No pensemos en cosas desagradables | 166 |
Cristo se identifica con los angustiados (ánimo para una cristiana que sufría una depresión) | 167 |
No dé lugar a la depresión | 167 |
Una atmósfera de depresión | 168 |
No me deprimiré | 168 |
Por fe atravesé las tinieblas | 169 |
La fe: una necesidad | 169 |
Entregándose en manos de Satanás | 170 |
Jesús comprende los sentimientos de desesperación | 170 |
Dios no ha cambiado | 171 |
No nos refiramos a las dudas | 171 |
El cristiano y la depresión | 171 |
Capítulo 53—Controversia: positiva y negativa | 173 |
Si somos uno con Dios, habrá unidad | 173 |
Siembra y cosecha de disensiones | 173 |
Satanás se deleita en las contiendas | 173 |
La controversia conduce a la lucha | 173 |
Las contiendas entre los hermanos demoran la segunda venida | 174 |
No tenemos tiempo para contiendas y luchas | 174 |
Dejemos a un lado las controversias | 174 |
La controversia induce a la defensa propia | 175 |
No pronunciemos palabras de controversia ante un enfermo | 175 |
La controversia no es provechosa | 175 |
Sermones de poca ayuda | 176 |
El planteamiento positivo es más poderoso | 176 |
No obstante, hay una controversia que despierta las mentes | 176 |
Las disensiones de los padres influyen sobre los hijos | 176 |
Las contiendas crean problemas | 177 |
Los castigos y los enojos producen rebelión | 177 |
La unión con Cristo produce unidad | 177 |
La armonía entre los padres es esencial | 178 |
Sin diferencias | 178 |
Conducción positiva del hogar | 178 |
Paz en la iglesia | 179 |
La muerte disipa las diferencias | 179 |
En el cielo no hay conflictos | 180 |
Se necesita más amor y menos crítica | 180 |
No hay que atacar a las personas | 180 |
Cómo hacer frente a la incredulidad y a las enseñanzas cismáticas | 181 |
Capítulo 54—El exceso de estudio | 182 |
Hemos de conservar nuestra energía mental | 182 |
Necesitamos sabiduría para elegir el alimento de la mente | 182 |
Acorta la vida | 182 |
La concentración excesiva desgasta los órganos vitales | 182 |
La fatiga mental abre la puerta a la tentación | 183 |
La fatiga mental produce una imaginación enfermiza | 183 |
El exceso de estudio conduce a la depravación | 183 |
El corazón y el cerebro necesitan descanso (consejo a un pastor demasiado ocupado) | 184 |
El exceso de trabajo mental provoca enfermedades | 184 |
Hay que conservar la armonía entre las facultades mentales y las físicas | 185 |
Capítulo 55—El dolor | 186 |
No es Dios el causante del dolor | 186 |
El pecado produce dolor | 186 |
La naturaleza nos advierte mediante el dolor y el sufrimiento | 186 |
La intemperancia provoca sufrimiento | 186 |
Los procesos restauradores producen dolor | 187 |
Sufrimiento excesivo a causa de la actitud mental (un mensaje personal) | 187 |
Quienes sufren tienden a volverse impacientes | 187 |
Sufrimientos acerca de los cuales no tenemos control | 188 |
No están ocultos de Jesucristo | 188 |
Dios está vitalmente interesado en los sufrimientos del hombre | 188 |
Confianza en medio del dolor | 188 |
El sufrimiento no excusa las acciones anticristianas | 189 |
Ubiquémonos por encima del dolor | 189 |
El uso de remedios no es una negación de la fe | 190 |
El dolor es producto del pecado | 190 |
No provoquemos un dolor más intenso | 191 |
La angustia de Cristo fue mayor que el dolor físico | 191 |
Capítulo 56—La ira | 192 |
La ira abre el corazón a Satanás | 192 |
Siervos del pecado | 192 |
Ira nacida de la sensibilidad moral | 192 |
La ira de Moisés | 193 |
La santa ira de Cristo | 193 |
Hay quienes alimentan la ira | 193 |
La impaciencia produce una cosecha funesta | 194 |
Los tres primeros años de la vida del niño | 194 |
No disciplinemos cuando estemos enojados | 194 |
Las emociones violentas ponen la vida en peligro | 195 |
Cada explosión de ira da su fruto | 195 |
Intoxicado con la ira | 196 |
El malhumorado rara vez está contento | 196 |
Es más fácil reprender delante de una multitud | 197 |
La razón es destronada por la ira (consejo a un hermano que se enojaba fácilmente) | 197 |
Las represalias solo producen malos resultados | 198 |
Cuando esté enojado, no hable | 198 |
Hagamos frente a la ira con el silencio | 198 |
Cultivemos un espíritu conciliador (consejo a alguien que necesitaba una actitud pacificadora) | 199 |
El carácter incontrolable puede ser vencido | 199 |
Resistan el enojo | 199 |
Capítulo 57—El odio y la venganza | 201 |
El pensamiento engendra el hecho | 201 |
El odio denigra | 201 |
La historia del mundo: conflicto entre el odio y el amor | 201 |
La transgresión puso al hombre en armonía con Satanás | 202 |
Existirá odio mientras exista pecado | 202 |
El reproche produce odio | 202 |
La envidia es causa de odio | 202 |
Una emoción pecaminosa | 203 |
El crimen nace en el corazón | 203 |
Una violación al sexto mandamiento | 204 |
Satanás comunica su propio odio | 204 |
El mundo aborreció a Cristo porque era diferente | 204 |
El odio proviene del deseo de venganza | 205 |
El rencor contra los padres (palabras dirigidas a una joven) | 205 |
Satanás se deleita en controlar la mente de los niños | 206 |
El odio conduce a la condenación | 206 |
La venganza no produce satisfacción | 206 |
Anublan la percepción | 206 |
El aceite del amor elimina la amargura | 206 |
El corazón que paga el odio con amor | 207 |
Capítulo 58—La fe | 208 |
Una definición de fe | 208 |
Otras definiciones | 208 |
Sencilla en su operación | 209 |
La humildad no es fe | 209 |
La fe infunde confianza | 209 |
Se necesita fe a cada paso | 209 |
Enseñemos a tener fe | 210 |
La fe tiene preciosas lecciones para los niños | 210 |
Debemos educar la mente para que ejerza fe | 210 |
Fe y presunción | 211 |
Presunción: falsificación satánica de la fe | 211 |
Cultivar la fe | 211 |
La fe se eleva por encima de las sombras | 212 |
La fe descansa en evidencias | 212 |
La fe tiene que expresarse | 213 |
No debe confundirse la fe con los sentimientos | 213 |
La fe y los sentimientos son cosas diferentes | 214 |
No es asunto de impulso | 214 |
No podemos confiar en nuestros sentimientos | 214 |
Avancen positivamente por fe | 215 |
La fe como evidencia del cristianismo | 215 |
La fe es real | 215 |
Fe en Cristo, no en el manto | 216 |
La fe no está en las cosas | 216 |
La fe discierne | 216 |
La fe es un poderoso sanador | 216 |
Ejercicio diario de la fe | 217 |
La fe obra | 217 |
Le da forma a la vida | 217 |
La fe promete éxito | 217 |
La fe purifica el alma | 218 |
Revela los secretos del éxito en la vida | 218 |
Sección 12—La transformación del temperamento | 219 |
Capítulo 59—La formación del carácter | 220 |
Cada acto ejerce influencia sobre el carácter | 220 |
La mente es el huerto; el carácter es el fruto | 220 |
Un carácter noble se construye como resultado de duras batallas contra el yo | 220 |
La meditación y la acción son esenciales | 221 |
Desarrollemos buenos hábitos mentales | 221 |
El propósito ferviente y la integridad inquebrantable son esenciales | 221 |
Mantengamos la vista fija en el blanco | 222 |
Fidelidad en las cosas pequeñas (consejo a un joven) | 222 |
El carácter debe ser probado | 223 |
Los caracteres indisciplinados son inestables | 223 |
Nadie puede perjudicar más su carácter que uno mismo | 223 |
Controlado por la voluntad | 224 |
Los defectos pueden ser vencidos | 224 |
Los caracteres defectuosos a veces se heredan | 225 |
Los defectos se fortalecen con los años | 225 |
La complacencia desestabiliza el carácter | 225 |
Hay que disciplinar la mente y el corazón | 226 |
Los hábitos formados en la juventud marcan el curso de la vida | 226 |
Una experiencia que se vive día tras día | 226 |
Cómo se forma el carácter (consejo a una madre) | 226 |
La importancia de la perseverancia | 227 |
La utilidad depende de la decisión personal | 228 |
Una filosofía falsa y peligrosa | 228 |
Cómo ser vencedores | 228 |
Una entrega completa todos los días | 229 |
Capítulo 60—Conflicto y conformidad | 230 |
Los conflictos correctamente enfrentados desarrollan firmeza | 230 |
Estamos librando una guerra | 230 |
Los conflictos no son provocados por Cristo | 230 |
La vida es un conflicto | 231 |
Preparación del alma para la paz | 231 |
La experiencia religiosa se obtiene solo por medio de conflictos | 231 |
Felicidad ahora mismo | 231 |
Dos principios antagónicos | 232 |
No nos conformemos a los principios y costumbres del mundo | 232 |
Fuego común y fuego sagrado | 232 |
Cristo y la conformidad | 233 |
La conformidad con el mundo rebaja las normas | 233 |
La conformidad con el mundo pervierte gradualmente los principios correctos | 233 |
Unidad sí, pero no a costa de la conformidad con el mundo | 234 |
Una línea de demarcación | 234 |
La costumbre está en guerra con la naturaleza | 235 |
Una costumbre puede ser adoptada cuando no viola los principios | 235 |
Separados de las costumbres del mundo | 235 |
Las razones de la inconformidad (un mensaje a los creyentes) | 236 |
Los principios de la verdad deben circular por la corriente vital | 236 |
Capítulo 61—Función vital de las leyes de Dios | 237 |
Capítulo 62—La comunicación | 247 |
La poderosa influencia de las palabras | 247 |
¿Granizo desolador o semillas de amor? | 247 |
Palabras que alegran | 247 |
Palabras alegres | 247 |
Palabras cristocéntricas | 248 |
Cristo iba directamente al grano | 248 |
Fáciles de comprender | 248 |
Empleaba un lenguaje sencillo | 248 |
Temas serios en contra de la insensatez sentimentalista | 249 |
En procura de la solidaridad humana | 249 |
Nunca pronuncies una palabra de duda | 250 |
Nuestras palabras ejercen influencia sobre nosotros | 250 |
Los reproches reaccionan sobre nosotros mismos | 250 |
Pronunciemos palabras de valor y esperanza | 251 |
Pequeños actos de cortesía y palabras afectuosas | 251 |
Evitemos el sarcasmo, la indiferencia y la burla | 251 |
La búsqueda de faltas y la reprensión fomentan el engaño (consejo a un hombre censurador) | 252 |
Eliminemos toda palabra descuidada | 252 |
La murmuración impide el crecimiento | 252 |
No pronuncie palabras de crítica, tajantes o severas (consejo a un pastor y escritor) | 253 |
Palabras que destruyen la vida | 253 |
Si nos referimos a las dudas, estas aumentarán | 254 |
Cuando hablamos de la fe, esta aumenta | 254 |
A veces las reprensiones son necesarias | 254 |
Lo que revelan las palabras | 254 |
La repetición es necesaria | 255 |
Los modales nerviosos y apresurados impiden la comunicación | 255 |
Claridad de expresión y énfasis apropiados | 256 |
Modulemos las palabras y digamos cada oración a su tiempo | 256 |
La facultad del habla debe estar bajo el dominio de la razón | 256 |
La ciencia de la lectura es del más elevado valor | 257 |
Las cosas reales y las imaginarias | 257 |
Vivamos y hablemos por encima del nivel de nuestro alrededor | 257 |
Aprendamos la elocuencia del silencio | 258 |
Santa restricción | 258 |
Sección 13—La personalidad | 259 |
Capítulo 63—La imaginación | 260 |
Cristo empleó la imaginación | 260 |
Controlar la imaginación es un deber | 260 |
La imaginación a veces produce enfermedades | 261 |
La imaginación pervertida | 261 |
Consejo a un hombre poseído de una imaginación enfermiza | 261 |
La razón controlada por la imaginación (consejo a un hermano de voluntad débil) | 262 |
La alimentación afecta la imaginación | 262 |
Los efectos del té, el café y otras bebidas populares | 262 |
Los reavivamientos populares y la imaginación | 263 |
El teatro deprava la imaginación | 263 |
La ficción crea un mundo imaginario | 264 |
La lectura afecta el cerebro | 264 |
Lo que vemos puede corromper la imaginación | 264 |
La masturbación y la imaginación | 265 |
Los sueño de la mente conducen a la exaltación propia | 265 |
El control de la imaginación (consejo a una mujer de imaginación enfermiza) | 266 |
Apártense del terreno encantado de Satanás (consejo a una familia concentrada en sí misma) | 266 |
Veamos la vida tal como es | 267 |
La abundancia de dinero crea necesidades imaginarias | 267 |
La superstición proviene de la imaginación (consejo a una hermana supersticiosa) | 268 |
Las madres y la imaginación | 268 |
Cómo dominar la mente | 268 |
Capítulo 64—Los hábitos | 270 |
La Biblia nos da los principios | 270 |
Como una red de hierro | 270 |
Las reglas del hábito | 270 |
La regularidad en los hábitos mejora la salud | 270 |
Eliminemos la causa de la enfermedad | 271 |
Los hábitos apropiados fomentan la salud | 271 |
Hábitos que degradan las facultades superiores | 271 |
Victoria sobre los hábitos preestablecidos | 271 |
Es difícil desaprender los malos hábitos (consejo a un administrador) | 271 |
Las tendencias heredadas y cultivadas se convierten en hábitos | 272 |
Los hábitos deciden el futuro | 272 |
Los malos hábitos se forman con más facilidad que los buenos | 273 |
Los hábitos rara vez cambian | 273 |
Atacar los malos hábitos de otros surte poco efecto | 273 |
El deseo de reforma procede del anhelo de hacer lo recto | 274 |
Los malos hábitos deben ser vencidos | 274 |
La gracia de Cristo quebranta los malos hábitos | 275 |
Pensamientos y actos correctos pueden convertirse en hábitos | 275 |
Capítulo 65—La indolencia | 276 |
La obligación de desarrollar al máximo el intelecto | 276 |
El hombre encuentra felicidad en el trabajo | 276 |
La ociosidad es la mayor maldición | 276 |
Hagamos las tareas diarias con alegría | 276 |
Felicidad en el cumplimiento de los deberes asignados | 277 |
La ociosidad puede conducir al desaliento | 277 |
El desarrollo del carácter | 277 |
Adiestremos la mente para que no mire al yo | 277 |
La inactividad es perjudicial para la salud | 278 |
Demasiado indolentes para usar sus facultades | 278 |
El trabajo bien regulado es esencial para el éxito | 278 |
El hábito de la indolencia perjudica (consejo a los padres) | 278 |
Para tensar cada músculo | 279 |
Capítulo 66—Necesidades emocionales | 280 |
Las razones de la existencia | 280 |
El amor satisface las necesidades íntimas | 280 |
Cultiven el amor | 280 |
Todos necesitan amor | 281 |
El corazón: una fuente de amor | 281 |
El amor al yo destruye la paz | 281 |
La seguridad se basa en el pensamiento recto | 282 |
La falta de afecto produce depravación | 282 |
El fruto de la malicia es la muerte | 282 |
La necesidad de amistad | 283 |
Es natural que busquemos sociabilidad | 283 |
El hombre fue creado para la sociabilidad | 283 |
El orgullo destruye la amistad | 283 |
El compañerismo y el carácter | 284 |
Una relación que todos deben desarrollar | 284 |
Un vínculo de unión | 284 |
Cristo, el mayor amigo | 285 |
Consuelo para la mente y paz para el alma | 285 |
Un don de Dios | 285 |
La íntima satisfacción de hacer el bien | 285 |
La ley de Dios permite que haya confianza y cooperación | 286 |
Éxito versus dinero | 286 |
La seguridad no depende de las riquezas | 287 |
La confianza en Dios da verdadera seguridad | 287 |
Dios ofrece seguridad | 287 |
Influencia santificadora de la verdad | 287 |
Cuando se aplica la verdad mejora la salud | 288 |
Alivio de la culpa | 288 |
Fortaleza para el día | 288 |
Capítulo 67—La disposición | 290 |
Diversidad de disposiciones | 290 |
Diferentes disposiciones, diferentes planteamientos | 290 |
Diversidad de temperamentos en la familia | 290 |
Los padres transmiten sus características | 291 |
Disposiciones heredadas | 291 |
Hagamos que nuestra disposición sea dulce | 291 |
La regularidad y el orden mejoran la disposición | 291 |
La disposición puede ser modificada | 292 |
La disposición lúgubre socava la eficiencia del maestro | 292 |
Combinemos la simpatía con la integridad | 292 |
La alimentación inadecuada malogra la disposición | 292 |
El consumo de carne produce una disposición irritable | 293 |
El azúcar y la disposición | 293 |
Transformados por Cristo | 293 |
Dios puede modelar la disposición | 294 |
Una bendición para los enfermos | 294 |
Armonía entre las distintas disposiciones | 294 |
Una disposición rebosante de gratitud y paz | 295 |
La resurrección no cambiará la disposición | 295 |
Capítulo 68—Las relaciones sociales | 296 |
Un aspecto de la educación que no debe ser descuidado | 296 |
Las cualidades sociales son talentos | 296 |
No son átomos independientes | 296 |
La importancia del trato social | 297 |
Las virtudes sociales deben ser cultivadas | 297 |
Jesús era muy sociable | 297 |
La bondad social y la dignidad humana | 298 |
Jesús enseñó a los discípulos los verdaderos deberes sociales | 298 |
No hay que renunciar a la comunión social | 298 |
La necesidad de compañerismo | 299 |
La educación da forma a la estructura social | 299 |
Influencia de la sociabilidad en el hogar | 299 |
La sociabilidad es un imán poderoso | 300 |
Se desmorona la estructura de la vida social | 300 |
Los estatutos divinos impiden la injusticia social | 300 |
Las clases sociales son una prueba para el desarrollo del carácter | 301 |
Las clases sociales están fuera de la ley a la vista de Dios | 301 |
Remedio para los males sociales | 302 |
El cultivo apropiado de las relaciones sociales produce felicidad | 302 |
Las relaciones mutuas deben ser regidas por el amor divino | 303 |
Las relaciones sociales ayudan a ganar almas | 303 |
Capítulo 69—El rechazo | 305 |
Magnificación de las dificultades aparentes | 305 |
No hay razón para desesperar | 305 |
Cuidado con tenerse lástima | 305 |
Capacidad para soportar la indiferencia | 306 |
No nos preocupemos por la indiferencia de los demás | 306 |
El desaliento es resultado de la inactividad | 306 |
Consuelo para un huérfano rechazado | 307 |
Nunca se sienta solo | 307 |
La indiferencia destruye el alma | 307 |
Tengamos paciencia unos con otros | 308 |
No todos piensan lo mismo | 308 |
El señor está de parte de sus mensajeros | 309 |
No piense en las pruebas (consejo a un administrador) | 309 |
Capítulo 70—La crítica | 310 |
Los resultados de la crítica | 310 |
Respétense y ámense mutuamente | 310 |
No hay que crearse un mundo irreal | 311 |
Restaurar y curar | 311 |
Satanás fomenta la crítica | 311 |
No apartemos a otros de Cristo | 312 |
No es bueno confiar en un brazo de carne | 312 |
El ataque como defensa | 312 |
No nos destrocemos los nervios | 312 |
Consejo a alguien que confundió orgullo con sensibilidad | 313 |
Un examen sincero de conciencia | 313 |
La raíz de amargura | 314 |
Fe es tomarle la palabra a Dios. | 314 |
La seguridad de aceptación por parte del pecador | 314 |
“Yo os haré descansar” | 315 |
Capítulo 71—La felicidad | 316 |
Acción armoniosa de todas las facultades | 316 |
Relación entre felicidad y salud | 316 |
Ley de la acción y la reacción | 316 |
Hacer el bien estimula los nervios | 316 |
La vida en Cristo | 317 |
El cielo se unirá a nuestros esfuerzos | 317 |
Los cristianos disfrutan de verdadera felicidad | 318 |
Un amigo que nunca falla | 318 |
La felicidad no es para los que siguen sus propios impulsos | 318 |
La felicidad egoísta es desequilibrada | 319 |
El corazón que está en paz con Dios | 319 |
El amor produce felicidad | 319 |
Practicar la regla de oro produce felicidad | 319 |
La felicidad es resultado de negarse al yo | 320 |
Nuestra felicidad es la felicidad de los demás | 320 |
Beneficia todo el organismo | 321 |
La felicidad al alcance de todos | 321 |
La diversión emociona, pero luego deprime | 321 |
Manera errada de alcanzar la felicidad (consejo a un joven) | 321 |
Conciencia limpia y aprobación de Dios versus pasiones naturales y corazón carnal | 322 |
Procuremos la salud y una larga vida | 322 |
Beneficios de obedecer las leyes físicas | 323 |
Curación para los discapacitados | 323 |
La vida en el campo y la felicidad (consejo a una madre) | 323 |
En procura de “nuestros derechos” | 324 |
Dios elimina los obstáculos que se oponen a la felicidad | 324 |
Algunos no serían felices en el cielo | 324 |
Su vida puede ser gozosa | 325 |
Cómo proyectar la felicidad hacia la eternidad | 326 |
Sección 14—Los pensamientos y su influencia | 327 |
Capítulo 72—Los pensamientos habituales | 328 |
Los pensamientos forman el carácter | 328 |
Escoger nuestros pensamientos | 328 |
Se requiere un esfuerzo personal | 328 |
Hay que disciplinar los pensamientos | 329 |
Cómo disciplinar los pensamientos | 329 |
Los pensamientos correctos no surgen naturalmente | 329 |
Los pensamientos cautivos | 329 |
La mente debe ser controlada con firmeza | 330 |
El pecado abierto revela pensamientos subyacentes | 330 |
La obligación de controlar los pensamientos | 331 |
Las mentes naturales, no están motivadas por ideales nobles | 331 |
El adversario no puede leer los pensamientos | 331 |
Perturbados por malos pensamientos | 332 |
La única seguridad consiste en pensar correctamente | 332 |
No pensemos en cosas frívolas | 333 |
Se ha hecho provisión para ennoblecer nuestros pensamientos | 333 |
Apártense del terreno encantado de Satanás (consejo a una familia egocéntrica) | 333 |
Consejo a una joven que construía castillos en el aire | 334 |
Eliminemos el mal por medio del bien | 334 |
Evitemos los pensamientos negativos | 335 |
El peligro de pensar únicamente en lo terrenal | 335 |
Cambiemos nuestra manera de pensar | 335 |
Un nivel más elevado de pensamiento | 336 |
Una ley que rige pensamientos y sentimientos | 336 |
Hacia la perfección del carácter | 336 |
Una nueva dotación de poder | 337 |
Capítulo 73—El modo correcto de pensar | 338 |
La capacidad de pensar es un don de Dios | 338 |
La mente debe ser adiestrada | 338 |
El pensamiento correcto es nuestra única seguridad | 339 |
El pensamiento cristocéntrico | 339 |
Hay que desarrollar lo positivo | 339 |
El esfuerzo debe ser proporcionado al objeto que se persigue | 339 |
Piense por usted mismo | 339 |
El refinamiento del corazón se aprende en la escuela de Cristo | 340 |
Se necesita disciplina mental | 340 |
Ideas bien coordinadas | 340 |
Por qué la mente desciende a un nivel tan bajo | 341 |
Pensar en cosas sin importancia | 341 |
Los pensamientos dejan su huella indeleble en el alma | 341 |
Rodeemos el alma de una atmósfera pura | 342 |
Contribuir con toda energía (consejo a una joven) | 342 |
Cristo cambia los pensamientos | 343 |
Como la flor que gira hacia el sol | 343 |
La transformación comienza con los pensamientos | 343 |
Capítulo 74—Las dudas | 344 |
Misterios que no podemos sondear | 344 |
La posibilidad de dudar no se ha eliminado | 344 |
El peso de la evidencia | 345 |
No confíe en los sentimientos (consejo a alguien que dudaba) | 345 |
Ningún pensamiento de duda debe ver la luz del día | 345 |
Quien duda en forma crónica es egocéntrico | 346 |
Fe contra incredulidad | 346 |
Alberguemos fe | 346 |
La duda produce enfermedades nerviosas | 347 |
Ninguna sospecha debería dominar la mente | 347 |
No hay excusa para hablar de desánimo | 347 |
Cómo rechazar la sombra de la duda | 348 |
Falsas ideas acerca de Dios | 348 |
Cierre la puerta de su corazón a las dudas | 349 |
Una palabra de duda da lugar a muchas más | 349 |
Las semillas de la duda yacen ocultas | 350 |
Nuestro deber es creer | 350 |
El amor al pecado es la causa de la duda | 351 |
Fomentadas por quienes no caminan rectamente | 351 |
Dudas consideradas como hechos reales | 351 |
Qué hacer con la duda | 352 |
Las dudas desaparecen cuando somos bendición para los demás | 352 |
La duda crece cuando se habla de ella (consejo a un ministro que dudaba) | 352 |
Permita que los rayos de luz disipen las sombras de la duda | 353 |
Capítulo 75—Imaginación y enfermedad | 354 |
La imaginación puede producir enfermedades graves | 354 |
Algunos están muriendo cuando podrían estar bien | 354 |
La imaginación puede controlar algunas partes del cuerpo | 354 |
Casi murió a causa de su imaginación enferma | 355 |
Imaginación afectada por la enfermedad | 355 |
Cómo vencer una imaginación enfermiza | 355 |
Requiera la ayuda de la voluntad | 356 |
Liberación del pecado y curación de la enfermedad están relacionadas | 356 |
Capítulo 76—La voluntad y la decisión | 358 |
El poder que gobierna la naturaleza humana | 358 |
La voluntad gobierna la naturaleza | 358 |
Fuente de toda acción | 358 |
La voluntad del ser humano es agresiva | 359 |
La imposibilidad reside en la propia voluntad | 359 |
Un sedante efectivo | 359 |
Satanás usa la voluntad | 359 |
La tentación prueba al máximo la fuerza de voluntad | 360 |
Educación no es adiestramiento | 360 |
La voluntad debe ser orientada, no destruida | 360 |
Economice toda la fuerza de la voluntad | 361 |
Los maestros no deben ser dictadores | 361 |
La voluntad dividida es una trampa | 361 |
Dos elementos del carácter | 362 |
Voluntad unida al poder divino | 362 |
El uso correcto de la voluntad resiste la enfermedad | 362 |
La voluntad en el tratamiento de la enfermedad | 363 |
Se promete mejor salud | 363 |
Los narcóticos y la voluntad | 364 |
Enseñar el poder de la voluntad | 364 |
El Espíritu Santo no toma el lugar de la voluntad | 364 |
Segura únicamente cuando se une con la voluntad divina | 365 |
La voluntad humana debe unirse a la voluntad divina | 365 |
La conversión no crea nuevas facultades | 365 |
Satanás controla la voluntad que no está sometida al dominio de Dios | 365 |
Voluntad dirigida por una conciencia pura | 366 |
La voluntad decide la vida o la muerte | 366 |
Para comprender la verdadera fuerza de voluntad (consejo a un joven inestable) | 366 |
Puedes controlar tu voluntad | 367 |
Vínculo que une con la energía divina | 367 |
Sección 15—Falsos sistemas de curación | 369 |
Capítulo 77—La falsa ciencia | 370 |
La obra de Dios y la ciencia | 370 |
Se necesita más que ciencia mundana | 370 |
Satanás usa la psicología | 371 |
Satanás conoce muy bien la mente humana | 371 |
Nuevas teorías: interesantes pero diabólicas | 371 |
Hemos de rechazar todo lo que contradiga la palabra de Dios | 372 |
La falsificación de la verdad | 372 |
El poder embrujador de Satanás | 372 |
No nos aventuremos en el terreno de Satanás | 373 |
“Fuerzas latentes” de la mente | 374 |
Las corrientes eléctricas de Satanás | 374 |
Voluntad de Dios versus ganancias temporales | 374 |
La curiosidad atrae | 375 |
Ciencia y revelación | 375 |
Cristo podría haber abierto las puertas de la ciencia | 375 |
La educación del discipulado incluye oscuras horas de prueba | 376 |
Capítulo 78—Control de una mente sobre otra | 377 |
Instrumentos que cautivan la mente | 377 |
Una ciencia peligrosa | 377 |
La influencia mental en el tratamiento de los enfermos | 377 |
La mente que se somete a otra quedará dañada para siempre | 378 |
Miremos a Dios, no a los seres humanos | 379 |
Fuerza y determinación en contraposición con una mente dominada | 379 |
La conciencia y la individualidad no deben ser manipuladas | 380 |
Hay que ejercitar la individualidad | 380 |
Unidad sin desconocer la identidad | 381 |
La lealtad a Dios en contraposición con la lealtad a los hombres | 381 |
Los ministros deben conducir a sus feligreses a Dios | 381 |
No hagamos de la carne nuestro brazo | 382 |
Satanás controla la mente del que controla la de otros | 382 |
Satanás no puede dañar la mente de quienes no se entregan a él | 382 |
No es la fe de Jesús | 383 |
Capítulo 79—El hipnotismo y sus peligros | 384 |
Estar en guardia | 384 |
El control de la mente se origina en Satanás | 385 |
Satanás hipnotizó a Adán y Eva | 385 |
No nos relacionemos con el hipnotismo | 386 |
Advertencia a un médico que favorecía el hipnotismo | 386 |
Parece valioso y maravilloso | 386 |
Destruye, no restaura | 387 |
Apártese del hipnotismo (segundo mensaje de advertencia al médico que empleaba el hipnotismo) | 388 |
Dios prohíbe el aprendizaje y la enseñanza del hipnotismo (observación al médico mencionado) | 388 |
Satanás tiene mucho poder (otro mensaje al médico y a su esposa) | 389 |
Una ciencia llena de peligros | 389 |
Se aprovecha de la debilidad | 389 |
Consejo respecto de la publicación de libros relativos al hipnotismo | 390 |
Un error mortal | 390 |
Hay peligro en la investigación de estas cosas | 391 |
No repitamos las teorías de Satanás | 391 |
Ministros y médicos pueden caer en la trampa | 391 |
Nuevas formas para experiencias pasadas | 392 |
Experiencia de la autora con el hipnotismo | 392 |
Magnetismo espiritual | 392 |
Nadie debe ser un instrumento pasivo | 392 |
Libre de los encantamientos humanos | 393 |
Capítulo 80—La ciencia satánica de la exaltación propia | 394 |
Peligro de la teoría del poder inherente del hombre | 394 |
El ser humano como su propia norma de carácter | 394 |
No está en las enseñanzas de Cristo | 395 |
¿Responsable solo ante sí mismo? | 395 |
Lucifer deseaba tener el poder de Dios, no su carácter | 396 |
La obcecación aparta de la ayuda divina | 396 |
Obstinación y rectitud de conciencia (llamado a reflexionar a un hombre voluntarioso y engañado) | 397 |
La temible posibilidad de engañarse a sí mismo | 397 |
El poder de Satanás se manifiesta sobre los que se autoexaltan | 397 |
El mundo va hacia la muerte | 398 |
El yo debe ser crucificado | 398 |
El pecado incurable | 398 |
Es imprescindible humillar el yo | 399 |
El conocimiento de sí mismo conduce a la humildad | 399 |
Lejos del orgullo y de la exaltación propia | 399 |
Hay seguridad en reconocer las propias debilidades | 400 |
La victoria sobre el yo es obra de toda la vida | 400 |
La huella de lo divino | 400 |
Sección 16—Principios terapéuticos y su aplicación | 401 |
Capítulo 81—Una terapia mental segura | 402 |
Uso correcto de la influencia mental | 402 |
Consejo a un médico | 402 |
Lucha constante contra la imaginación concupiscente | 402 |
Las almas se fortalecen mediante el contacto con el infinito | 403 |
Guardemos las avenidas del alma | 403 |
Efecto de la atmósfera personal | 404 |
Rodeado de una atmósfera de luz y paz | 404 |
Dependamos constantemente de Dios | 404 |
Valor de la terapia ocupacional | 405 |
Ejercicio físico bien dirigido | 405 |
Quien consuela a los demás se consuela a sí mismo | 406 |
Descanso y restauración (consejo de Elena G. de White a su propio hijo) | 406 |
Es esencial descansar | 406 |
Dios no nos exige más de lo que podemos hacer (consejo a un administrador sobrecargado) | 407 |
Los esfuerzos individuales son necesarios | 408 |
El propósito final es importante | 408 |
El mejor desarrollo de la mente | 408 |
Las virtudes promueven la salud | 409 |
Capítulo 82—En armonía con la ciencia | 410 |
Información, poder, bondad y carácter | 410 |
Dios es el autor de la ciencia | 410 |
Religión y ciencia | 410 |
La ciencia es poder | 411 |
Armonía entre ciencia y religión | 411 |
Es necesario conocer la ciencia y recibir una buena educación | 412 |
La ciencia más importante | 412 |
Cristo empleó la ciencia de las ciencias | 412 |
La investigación no está en conflicto con la revelación | 413 |
La ciencia no puede desentrañar los secretos divinos | 413 |
La Biblia es nuestra guía en el estudio de las ciencias | 413 |
Toda verdad concuerda consigo misma | 414 |
Algunos puntos acerca de los cuales tenemos que estar en guardia | 414 |
El conocimiento verdadero es otorgado por el espíritu de Dios | 415 |
La ciencia es la sierva de la religión | 415 |
Capítulo 83—Problemas geriátricos | 416 |
La utilidad de los ancianos no ha cesado | 416 |
El ambiente familiar es deseable | 416 |
Los hogares de ancianos no son el remedio | 416 |
Endulza y refina la vida | 417 |
Jóvenes y ancianos deben unir sus fuerzas | 417 |
El cuidado de los padres ancianos | 417 |
El vigor declina a medida que avanzan los años | 418 |
Cuando declina el vigor mental | 418 |
El recuerdo de lo sucedido recientemente pasa pronto | 419 |
Los rasgos se acentúan en la ancianidad | 419 |
Celos incontrolados y falta de juicio | 419 |
Oración de David por su vejez | 420 |
Dar a Dios lo que es de Dios | 420 |
No dejen cabos sueltos | 420 |
No debe ponerse a un lado a los obreros de edad | 421 |
Hay que honrarlos y respetarlos | 421 |
Hay que tratarlos como si fueran padres y madres | 422 |
Consejo a los obreros de experiencia | 422 |
El mayor peligro | 422 |
Sección 17—Psicología práctica | 425 |
Capítulo 84—Cómo tratar con las emociones | 426 |
No podemos adivinar los motivos | 426 |
Contendemos con una fuerza que cautiva cuerpo, mente y alma | 427 |
Curación de las perturbaciones espirituales | 427 |
Los seres humanos son las manos de los ángeles | 427 |
Humanidad y divinidad en momentos de conflicto | 428 |
Hablen acerca del poder de Dios | 428 |
No hablen de los sentimientos negativos | 429 |
Sonrisas y palabras animadoras | 429 |
La alegría ilumina nuestro camino | 429 |
La comida y las emociones | 430 |
El error impide el desarrollo mental | 430 |
Poder divino: única esperanza de reforma | 431 |
No consideremos demasiado nuestras emociones | 431 |
El espíritu de Dios transforma las emociones negativas | 431 |
Se necesita mucha sabiduría | 432 |
La ternura de Cristo al tratar con las mentes | 432 |
Corriente de energía vivificante | 432 |
Única fuente de permanente paz | 433 |
Su experiencia debe ser la nuestra | 433 |
Capítulo 85—Cómo aconsejar | 434 |
Se necesitan consejeros | 434 |
Un oído que puede escuchar con bondad | 434 |
Importancia de la obra del pastor consejero | 434 |
Buscar a la gente donde se encuentra | 434 |
Anticipémonos a los pesares | 435 |
Se necesita consejo | 435 |
Dios ha dado reglas | 436 |
Escuchemos el consejo de la experiencia (palabras a un perturbado esposo y padre) | 436 |
El consejo podría haber salvado a jóvenes rebeldes de un matrimonio inconveniente | 437 |
Cualidades de un consejero | 437 |
El consejo privado puede ser una trampa (consejo a un pastor) | 437 |
Hay límites para los pastores que aconsejen a las mujeres | 438 |
El pastor no es un confesor (consejo a un ministro) | 438 |
Factores que condicionan el aconsejamiento eficaz | 439 |
El adiestramiento y la experiencia prepararon a Moisés para que fuera un consejero compasivo | 439 |
Algunos no están en condiciones de tratar con las mentes (consejo a un pastor) | 439 |
El intelecto humano no es omnipotente | 440 |
Manifestemos la gracia de Cristo | 440 |
Preguntas para los consejeros | 440 |
Hay que tener cuidado al tratar con la gente | 441 |
Cómo decir las cosas “con claridad” | 442 |
Tratemos con las mentes como lo hizo Cristo | 442 |
Necesidades emocionales de los enfermos | 442 |
Una mano amable, no reproches | 442 |
Consejos sabios | 443 |
Tranquilos y amables, no importa qué ocurra | 443 |
No esperen demasiado | 444 |
Atmósfera de paz | 444 |
Conduzcámoslos a la fuente de agua viva | 444 |
Comprendamos el punto de vista del mundo | 444 |
El gran consejero | 445 |
Capítulo 86—Compartiendo confidencias | 446 |
La confianza produce paz mental | 446 |
Reacción ante la confianza traicionada | 446 |
Nuestro confidente es Jesús | 446 |
Precaución acerca de las confesiones | 447 |
No confiesen pecados secretos a otros seres humanos a menos que sean guiados a ello por el Espíritu Santo (consejo a la congregación) | 447 |
Hagan de Dios su confidente | 448 |
Confesé mis pecados a Dios y él me los perdonó | 448 |
No hay virtud especial en confesarse ante un hombre | 448 |
El hombre no debe confesar sus pecados a otro hombre caído | 449 |
La abierta confesión de los pecados secretos siembra semillas de mal | 449 |
La ventilación de secretos separa al alma de Dios | 449 |
No confiemos problemas a oídos humanos | 450 |
Cuidado con los hombres que no conocen a Dios | 450 |
No traicionemos confidencias ni cometidos sagrados | 451 |
Capítulo 87—Psicología y teología | 452 |
La Biblia: fuente de la verdadera psicología | 452 |
Dios conoce cómo funciona la mente humana | 452 |
Dios conoce los misterios de la mente humana | 453 |
La religión brinda paz y felicidad | 453 |
¿Sentarse a los pies de Jesús o confiar en la comprensión humana? | 453 |
Ciencia de la verdadera frente ciencia de la filosofía mental | 454 |
El Espíritu Santo llena la mente purificada | 454 |
Los principios se aplican a toda circunstancia | 454 |
La verdad es un principio dinámico | 455 |
Recibirá su recompensa | 455 |
La relación con Dios debe ser personal a pesar del consejo y la educación | 455 |
Dios aprueba el desarrollo de la mente | 456 |
La mente es el origen de todas las acciones, buenas o malas | 456 |
El poder que edifica el reino de Dios | 456 |
El ser humano fue creado para que cumpliera nobles propósitos | 457 |
La corriente de los pensamientos debe cambiar | 457 |
La mente motiva para el servicio | 458 |
El servicio que Dios acepta | 458 |
El conocimiento de Cristo da vigor a la mente | 458 |
Con Cristo no hay fracaso | 459 |
Capítulo 88—Influencias negativas sobre la mente | 460 |
Dejemos la costumbre de buscar faltas | 460 |
La tendencia a recordar lo negativo | 460 |
La imagen que estudiamos cambia nuestras vidas | 460 |
Recordemos la fragilidad humana | 461 |
No levantemos barreras | 461 |
No seamos hipersensibles | 461 |
No busquemos ofensas | 462 |
Pérdida de la integridad consciente | 462 |
La obra especial de Satanás consiste en causar disensión | 462 |
Las fuerzas emocionales negativas causan desorden en todo el ser | 462 |
Un temperamento no santificado pone en peligro la mente y la vida del predicador | 463 |
Cuando se pierde el poder de Dios | 463 |
Cuando se carece de una actitud mental saludable | 464 |
La trampa del enemigo es el exceso de confianza | 464 |
El corazón es depravado por naturaleza | 464 |
Los malos hábitos impiden el desarrollo | 464 |
Mentes ociosas e indisciplinadas | 465 |
Avanzan por la vida a contramano del mundo | 465 |
Revisen todo hábito y costumbre | 465 |
Qué hacer con la duda | 465 |
La repetición del pecado debilita la capacidad de resistencia | 466 |
Animemos a los desanimados | 466 |
Asuntos estériles que consumen tiempo | 466 |
Vivan con un propósito | 467 |
Capítulo 89—Influencias positivas sobre la mente | 468 |
La gratitud promueve la salud | 468 |
“Comprados sois por precio” | 468 |
Procuremos la unidad | 468 |
Aprovechemos lo positivo del ambiente | 469 |
Hablemos de las bendiciones que recibimos | 469 |
Según los dones recibidos son los intereses ganados | 470 |
Uso apropiado de las capacidades físicas y mentales | 470 |
Dios da los talentos; el hombre cultiva la mente | 470 |
La inactividad produce incapacidad | 471 |
Una combinación de diversos elementos | 471 |
El corazón se revela en el carácter | 471 |
Desarrollar un carácter enérgico (consejo a un abúlico) | 472 |
El amor de Dios supera toda definición | 472 |
La religión modela todo el ser | 473 |
La relación con la naturaleza produce salud para el cuerpo, la mente y el alma | 473 |
La obediencia brinda descanso | 473 |
La mansedumbre tiende a la paz | 473 |
El perdón significa el descanso para el alma | 474 |
Descanso como consecuencia de la entrega del ser | 474 |
Nadie puede arruinarnos a menos que lo consintamos | 474 |
Controlemos los sentimientos | 474 |
Dar ánimo restaura el cuerpo y el alma | 475 |
Los cristianos no son pasivos sino activos | 475 |
Sociabilidad que conduce a Cristo | 476 |
La potencia del cristianismo | 476 |
Necesidad de objetivos y blancos | 476 |
Los propósitos definidos y altruistas nos llevan a la felicidad | 477 |
Desarrollar cada nervio | 477 |
Apéndice a—Consejo a una mujer deprimida | 478 |
Apéndice b—Una confianza inconmovible a pesar de la inestabilidad de las emociones | 482 |