338
Mente, Carácter y Personalidad 2
cabo. Dios perdona al pecador arrepentido, pero aunque esté perdo-
nado, su alma estará malograda; la posibilidad que tiene la mente
intacta de tener pensamientos elevados, está destruida en este caso.
El alma llevará para siempre las cicatrices. Por lo tanto, busquemos
[311]
esa fe que obra por el amor y purifica el corazón, para que poda-
mos representar el carácter de Cristo ante el mundo.—
The Review
and Herald, 8 de diciembre de 1891
;
Fundamentals of Christian
Education, 195
.
Rodeemos el alma de una atmósfera pura
No debemos ser entremetidos o importunos, sino vivir sosega-
damente nuestra religión, con la vista puesta en la gloria de Dios
[...]. Entonces brillaremos como luces en el mundo, sin ruido ni
aspaviento. No necesitamos fracasar, porque está con nosotros Uno
que es sabio en sus consejos, excelente en sus obras y poderoso
para cumplir sus propósitos. Trabaja por medio de sus instrumentos,
visibles e invisibles, humanos y divinos. Esta obra es grandiosa, y
será llevada adelante hacia la gloria de Dios, si todos los que se
relacionan con ella efectúan sus tareas de acuerdo con su profesión
de fe. La pureza de pensamiento debe estimarse indispensable en
la obra de salvar a otros. El alma debe rodearse de una atmósfera
pura y santa, una atmósfera que tienda a vivificar la vida espiritual
de todos los que la respiren.—
Hijos e Hijas de Dios, 318 (1896)
.
Contribuir con toda energía (consejo a una joven)
No se puede sostener la vida del alma a menos que se la ponga
en sujeción a la voluntad de Dios. Hay que aplicar toda energía para
hacer la voluntad divina. Si nuestros pensamientos permanecen en
Dios, serán guiados por el amor y el poder divinos. Por lo tanto,
mi querida hija, viva de las palabras que proceden de los labios de
Cristo. Quiera Dios fortalecerla, bendecirla y guiarla. Siga adelante
y crea que si pide algo, lo recibirá.—
Carta 339, 1905
.