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Mente, Carácter y Personalidad 2
Qué hacer con la duda
Usted hiere el corazón de Cristo al dudar, cuando él nos ha
dado tantas evidencias de su amor al dar su vida para salvarnos
para que no pereciéramos sino que tuviéramos vida eterna. Nos ha
dicho exactamente lo que tenemos que hacer: “Venid a mí todos los
que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
Mateo
11:28
.—
Carta 10, 1893
.
Las dudas desaparecen cuando somos bendición para los
demás
Hay muchos que se quejan de sus dudas, que se lamentan de
inseguridad en su relación con Dios. Esto a menudo es consecuencia
de que no están haciendo nada en favor de la causa del Señor. Traten
fervientemente de ayudar y bendecir a los demás, y sus dudas y
desánimo desaparecerán.—
Testimonies for the Church 5:395 (1885)
.
Aquellos que están constantemente hablando de sus dudas y exi-
giendo evidencia adicional para disipar su nube de incredulidad, no
están edificando sobre la Palabra. Su fe reposa sobre circunstancias;
se basa en los sentimientos. Pero estos por placenteros que sean, no
son fe. La Palabra de Dios es el fundamento sobre el cual se debe
edificar nuestra esperanza del cielo.—
Carta 11, 1897
.
La duda crece cuando se habla de ella (consejo a un ministro
que dudaba)
Vi que los ángeles de Dios lo contemplaban con pesar. Habían
salido de su lado y se alejaban tristes, mientras Satanás y sus ángeles
hacían muecas entusiasmados por causa suya. Si hubiese luchado
contra sus dudas y no hubiera animado al diablo para que lo tentara
hablando de su incredulidad, deseoso de referirse al tema, no habría
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atraído tantos ángeles caídos a su alrededor. Pero decidió hablar de
sus tinieblas; decidió referirse a ellas; y mientras más hablaba y más
se refería a ellas, más sombrío se volvía.
Se está apartando de todo rayo de luz del cielo y se está abrien-
do un gran abismo entre usted y los únicos que pueden ayudarlo.
Si continúa así como ha comenzado, la miseria y el dolor estarán
delante de usted Dios lo detendrá de una manera que no le gustará.