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Mente, Carácter y Personalidad 2
La suma y la sustancia de la verdadera religión consiste en poseer y
reconocer constantemente nuestra relación con Dios por medio de
las palabras, la vestimenta y la apariencia. La humildad debe ocupar
el lugar del orgullo; la sobriedad el de la liviandad; y la devoción el
de la irregularidad y la descuidada indiferencia.—
Testimonies for
the Church 4:582 (1881)
.
La mente motiva para el servicio
Vi que durante el verano pasado la tendencia que prevaleció fue
conseguir tantas cosas de este mundo como fuera posible. No se
guardaron los mandamientos de Dios. Con la mente servimos a la
ley de Dios; pero la mente de muchos ha estado sirviendo al mundo.
Y mientras sus mentes estaban plenamente ocupadas en las cosas de
esta tierra y en el servicio de sí mismos, no podían servir a la ley de
Dios.—
Testimonies for the Church 1:150 (1857)
.
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El servicio que Dios acepta
Muchos creen que sus fallas de carácter no les permiten alcanzar
la norma que Cristo estableció, pero todo lo que estos tienen que
hacer es humillarse a cada paso bajo la poderosa mano de Dios.
Cristo no estima al hombre por la cantidad de trabajo que hace, sino
por el espíritu con que lo hace.
Cuando Cristo ve que los hombres llevan las cargas con humil-
dad, desconfiando de sí mismos y confiando en él, añade a la obra
de ellos su perfección y suficiencia, y entonces el Padre la acepta.
Se nos acepta en el Amado. Los defectos del pecador quedan cu-
biertos por la perfección y la plenitud del Señor, nuestra justicia.
A los que con sincero deseo, con corazón contrito, están haciendo
humildes esfuerzos para vivir a la altura de los requerimientos de
Dios, el Padre los considera con el más tierno amor; los considera
hijos obedientes, y les imputa la justicia de Cristo.—
Carta 4, 1889
.
El conocimiento de Cristo da vigor a la mente
Cristo es el manantial de la vida. Lo que muchos necesitan es
un conocimiento más claro de él; necesitan que se les enseñe con
paciencia y bondad, pero también con fervor, a abrir de par en par