Página 139 - Mente, Car

Basic HTML Version

El pesar
135
firmemente su pie en un peldaño tras otro, y avance en dirección del
trono del Infinito.—
Manuscrito 23
.
Los que siempre asienten no siempre son amigos
Si los que lo rodean pertenecen a esa clase de gente que no
trata de desviar su conversación ni el curso de sus pensamientos; si
están de acuerdo con todas sus impresiones como si fueran realidad,
mientras menos trato tenga con ellos, mejor. No son amigos suyos,
sino sus peores enemigos. El Señor quiere que usted viva gozoso.
Usted ha sepultado algunos amigos queridos; lo mismo me ha
ocurrido a mí; pero no me atrevo a preguntar: ¿Por qué me has
arrojado al horno? ¿Por qué he tenido que pasar por aflicciones
[110]
una y otra vez? La respuesta me llega por medio de estas palabras:
“Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás
después”.
Juan 13:7
.
Los propósitos de Dios a menudo están velados en misterio; son
incomprensibles para las mentes finitas; pero el que ve el fin desde el
principio sabe más que nosotros. Lo que necesitamos es abandonar
todo lo terrenal y perfeccionar nuestro carácter cristiano para que
seamos investidos del manto de la justicia de Cristo.—
Carta 1, 1883
.
El trabajo en favor de los demás disminuye el dolor
El apóstol [Pablo] se olvidó de los sufrimientos que lo aguar-
daban gracias a su solicitud por los que iba a dejar solos, para que
hicieran frente al prejuicio, el odio y la persecución. Trató de forta-
lecer y animar a los pocos cristianos que lo acompañaron al lugar de
su ejecución, mediante la repetición de las promesas dadas a los que
son perseguidos por causa de la justicia. Les aseguró que nada les
faltaría de todo lo que el Señor había dicho con respecto a sus hijos
probados y fieles.
Por un poco de tiempo ellos pueden estar abrumados por muchas
tentaciones; pueden estar desprovistos de comodidades terrenales;
pero pueden animar sus corazones con la seguridad de la fidelidad
de Dios, al decir: “Yo sé a quién he creído y estoy seguro de que
es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”.
2 Timoteo
1:12
. La noche de prueba y sufrimiento pronto pasará, y entonces