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Una terapia mental segura
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encomendemos nuestros caminos, él dirigirá nuestros pasos.—
El
Ministerio de Curación, 380 (1905)
.
[374]
Valor de la terapia ocupacional
Se me mostró que sería más beneficioso para la mayoría de
los pacientes permitirles que hagan algún trabajo liviano, e incluso
instarlos a que lo hagan, que animarlos a que se queden inactivos y
ociosos. La mayor ayuda que se les podrá dar para la recuperación
de la salud es ayudarlos a mantener activa la fuerza de voluntad para
que despierte las facultades dormidas. Si se los separa del trabajo
a los que han estado sobrecargados toda la vida, en nueve casos de
cada diez ese cambio les hará daño.
Ese fue el caso de mi esposo. Se me mostró que el trabajo
físico practicado al aire libre es preferible al que se lleva a cabo en
habitaciones; pero si no es posible, un trabajo liviano practicado en
recintos cerrados podría ocupar y distraer la mente, e impedir que se
piense en los síntomas y pequeños malestares, y también alejar la
nostalgia.—
Testimonies for the Church 1:567, 568 (1867)
Ejercicio físico bien dirigido
Cuando los discapacitados no tienen nada en que invertir su
tiempo y atención, concentran sus pensamientos en sí mismos y se
vuelven morbosos e irritables. Muchas veces se espacian en lo mal
que se sienten, hasta figurarse que están mucho peor de lo que están
y creer que no pueden hacer absolutamente nada.
En todos estos casos un ejercicio físico bien dirigido resultará
un remedio eficaz. En algunos casos es indispensable para la recu-
peración de la salud. La voluntad acompaña al trabajo manual; y lo
que necesitan esos discapacitados es que se les despierte la voluntad.
Cuando la voluntad duerme, la imaginación se vuelve anormal y se
hace imposible resistir la enfermedad.—
El Ministerio de Curación,
183 (1905)
.
Véase
Mensajes Selectos 2:352-355
respecto a la exitosa participación de Elena G.
de White en la recuperación de su esposo.