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Capítulo 73—El modo correcto de pensa
La capacidad de pensar es un don de Dios
La capacidad de pensar es un don que Dios nos ha confiado. Hay
que cultivar las facultades de la mente. Hay que usarlas con tanta
sabiduría que aumenten en fortaleza. Hemos de usar los talentos que
se nos han confiado de manera que hagan el mayor bien posible.
Hay que educar la mente de tal manera que aparezcan las mejores
energías del alma y se desarrolle cada facultad. No debemos confor-
marnos con una norma inferior. Tenemos que avanzar de una línea
de progreso en la obra hacia otra.—
Carta 106, 1901
.
La mente debe ser adiestrada
La mente es la mejor posesión que tenemos; pero debe ser edu-
cada en la escuela de Cristo, el mejor y verdadero educador que el
mundo ha conocido, mediante el estudio, la reflexión y el aprendiza-
je. El obrero cristiano debe crecer. Debe edificar el carácter para que
sea útil; debe adiestrarse a fin de soportar dificultades y ser sabio en
la planificación y ejecución de la obra de Dios. Debe ser un hombre
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puro mentalmente y en su conversación, alguien que se abstenga de
toda apariencia de mal y que no dé ocasión a la crítica por causa de
sus maneras descuidadas. Debe ser de corazón veraz; en sus labios
no se debe hallar engaño.—
The Review and Herald, 6 de enero de
1885
.
Él [Cristo] murió por mí para que yo pudiera ser bendecida y
para que su gozo permaneciera en mí. Por eso mantengo mi mente
en este canal; la educo; educo mi lengua; educo mis pensamientos;
educo todo lo que hay en mí para poder aferrarme a Jesucristo.—
Manuscrito 36, 1891
.
Cada facultad de la mente [...] demuestra que Dios destinó nues-
tras facultades a ser ejercitadas, no a permanecer inactivas.—
Obreros
Evangélicos, 294 (1880)
.
Véase el capítulo 88, “Influencias negativas sobre la mente”.
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