El modo correcto de pensar
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El pensamiento correcto es nuestra única seguridad
La única seguridad para el alma consiste en pensar bien, pues
acerca del hombre se nos dice: “Cuáles son sus pensamientos ín-
timos, tal es él”.
Proverbios 23:7
. El poder del dominio propio se
acrecienta con el ejercicio. Lo que al principio parece difícil, se
vuelve fácil con la práctica, hasta que los buenos pensamientos y
acciones llegan a ser habituales. Si queremos, podemos apartarnos
de todo lo vulgar y degradante y elevarnos hasta un alto nivel, don-
de gozaremos del respeto de los hombres y del amor de Dios.—
El
Ministerio de Curación, 392 (1905)
.
El pensamiento cristocéntrico
El último pensamiento de la noche y el primer pensamiento de la
mañana, deben dirigirse a Aquel en quien se centra nuestra esperanza
de vida eterna.—
Nuestra Elavada Vocacion, 118 (1895)
.
Hay que desarrollar lo positivo
El carácter optimista y enérgico, sólido y fuerte que manifestó
Cristo, tiene que desarrollarse en nosotros, mediante la misma disci-
plina que él soportó. Y a nosotros se nos ofrece la gracia que recibió
él.—
El Deseado de Todas las Gentes, 53, 54 (1898)
.
El esfuerzo debe ser proporcionado al objeto que se persigue
Los pensamientos deben concentrarse en Dios. Hemos de de-
dicar nuestro esfuerzo más enérgico a dominar las malas tenden-
cias del corazón natural. Nuestros esfuerzos, nuestra abnegación y
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perseverancia deben corresponder al valor infinito del objeto que
perseguimos. Solo venciendo como Cristo venció podremos obtener
la corona de vida.—
El Ministerio de Curación, 361 (1905)
.
Piense por usted mismo
Si permite que otros piensen por usted, sus energías se paraliza-
rán y sus habilidades disminuirán. Hay muchos cuyos intelectos se
empequeñecen porque piensan solo en temas comunes. Ha de luchar