Cómo tratar con las emociones
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Única fuente de permanente paz
La paz permanente, el verdadero descanso del espíritu, no tiene
más que una Fuente. De ella hablaba Cristo cuando decía: “Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré des-
cansar”.
Mateo 11:28
. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la
doy como el mundo la da”.
Juan 14:27
. Esta paz no es algo que él
dé aparte de su persona. Está en Cristo y no la podemos recibir sino
recibiéndolo a él.—
El Ministerio de Curación, 190 (1905)
.
Su experiencia debe ser la nuestra
En Cristo, el clamor de la humanidad llegaba al Padre de compa-
sión infinita. Como hombre, suplicaba ante el trono de Dios, hasta
que su humanidad se cargaba de una corriente celestial que conec-
taba a la humanidad con la divinidad. Por medio de la comunión
continua, recibía vida de Dios a fin de impartirla al mundo. Su expe-
riencia ha de ser la nuestra.—
El Deseado de Todas las Gentes, 330
(1898)
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