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Mente, Carácter y Personalidad 2
Se necesita mucha sabiduría
Se necesita mucha sabiduría para tratar las enfermedades cau-
sadas por la mente. Un corazón dolorido y enfermo, un espíritu
desalentado, necesitan un tratamiento benigno.
A veces una profunda tristeza roe, como un cáncer, hasta el alma
y debilita la fuerza vital. En otros casos el remordimiento por el
pecado mina la constitución y desequilibra la mente.
La amabilidad puede aliviar a esta clase de enfermos. El médico
debe ganarse primero su confianza, y después guiarlos a mirar hacia
el gran Médico. Si se puede encauzar la fe de estos enfermos hacia
el verdadero Médico, y ellos pueden confiar en que él se encargó
de su caso, esto les aliviará la mente, y muchas veces dará salud al
cuerpo.—
El Ministerio de Curación, 187, 188 (1905)
.
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La ternura de Cristo al tratar con las mentes
Cristo identifica su interés con el de la humanidad. La obra que
lleva las credenciales divinas es aquella que manifiesta el espíritu
de Jesús, que revela su amor, su cuidado, su ternura al tratar con
las mentes de los hombres. ¡Qué revelaciones recibiría el hombre
si se descorriera el velo y pudiéramos ver los resultados de nuestra
labor al relacionarnos con los descarriados que necesita un trato más
juicioso para no ser desviados de la senda! “Por eso, levantad las
manos caídas y las rodillas paralizadas, y haced sendas derechas
para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que
sea sanado”.
Hebreos 12:12-13
.—
Testimonios para los Ministros,
184, 185 (1894)
.
Corriente de energía vivificante
El poder del amor estaba en todas las obras de curación de
Cristo, y únicamente participando de este amor por la fe podemos
ser instrumentos apropiados para su obra. Si dejamos de ponernos
en relación divina con Cristo, la corriente de energía vivificante no
puede fluir en ricos raudales de nosotros a la gente.—
El Deseado de
Todas las Gentes, 764 (1898)
.