El régimen alimentario y la mente
61
de alimentos en una misma comida está haciéndose daño. Es más
prudente que comamos lo que nos sienta bien que probar cada uno de
los platos colocados delante de nosotros. No existe ninguna puerta
en nuestro estómago a través de la cual podamos mirar su interior
para ver lo que pasa; de manera que debemos usar nuestra mente, y
razonar de causa a efecto. Si usted se siente nervioso, y todo parece
andar mal, tal vez se deba a que está sufriendo las consecuencias de
comer una gran variedad de alimentos.—
Consejos sobre el Régimen
Alimenticio, 132, 133 (1908)
.
[36]
El plan de Dios para nosotros
Dios desea que nosotros, mediante una estricta temperancia,
mantengamos la mente clara y alerta para que podamos distinguir
entre lo sagrado y lo común. Debemos luchar para comprender la
maravillosa ciencia de la incomparable compasión y benevolencia
de Dios. Los que comen demasiado y los que ingieren alimentos no
saludables se crean problemas y se descalifican a sí mismos para
el servicio de Dios. Es peligroso comer carne, porque los animales
padecen muchas enfermedades mortales. Los que insisten en comer
carne de animales, sacrifican la espiritualidad a causa de un apetito
pervertido. Sus cuerpos se llenan de enfermedad.—
Manuscrito 66,
1901
.
La actividad intelectual se dificulta como consecuencia de un
consumo abundante de carne
Las facultades intelectuales, morales y físicas quedan perjudica-
das por el consumo habitual de carne. El comer carne trastorna el
organismo, anubla el intelecto y embota las sensibilidades morales.—
Joyas de los Testimonios 1:195 (1900)
.
Lo que comemos puede disminuir la capacidad intelectual
Estamos compuestos por lo que comemos, y si comemos mu-
cha carne nuestra actividad intelectual disminuirá. Los estudiantes
lograrían mucho más en sus estudios si nunca ingirieran carne. Cuan-
do la parte animal del ser humano se fortalece al comer carne, las
facultades intelectuales disminuyen proporcionalmente.