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Mente, Carácter y Personalidad 2
sistema nervioso, y esto conduce a la impureza. Las facultades físicas
y mentales degeneran, y así se contamina el templo del Espíritu
Santo. Las malas costumbres se comunican, y las consecuencias son
incalculables. Estoy bajo la obligación de hablar claramente acerca
de este asunto.—
Carta 145. 1897
.
El corazón y el cerebro necesitan descanso (consejo a un pastor
demasiado ocupado)
Mantenga el canal limpio y sin obstrucciones, para que pueda
fluir el Espíritu Santo. No importa qué ocurra, mantenga su mente
fija en Dios, y no se deje confundir por nada.
Mientras hablaba con usted de noche, en sueños, vi que su mente
estaba fatigada, y le dije: “Deposite toda su solicitud en el Señor,
porque él cuida de usted. Encomiende sus preocupaciones y perple-
jidades al Portador de cargas. La paz de Cristo en el corazón vale
más para nosotros que cualquier otra cosa [...]”.
Le pido que sea cuidadoso. Le ruego que deponga la carga; que
se desembarace de las numerosas preocupaciones y perplejidades
que le impiden darle descanso a su corazón y a su cabeza. Recuerde
que es necesario prestar atención a los asuntos de interés eterno.—
Carta 19, 1904
.
El exceso de trabajo mental provoca enfermedades
Los que han quedado quebrantados por el trabajo mental deben
desechar todo pensamiento fatigoso; pero no se les debe inducir a
creer que todo empleo de las facultades intelectuales sea peligroso.
Muchos se inclinan a considerar su estado peor de lo que es. Esta
idea dificulta el restablecimiento y no debe favorecerse.
Hay pastores, maestros, estudiantes y otros que hacen trabajo
mental, que enferman a consecuencia del intenso esfuerzo intelec-
tual, sin ejercicio físico compensatorio. Estas personas necesitan una
vida más activa. Los hábitos estrictamente templados, combinados
con ejercicio adecuado, darían vigor mental y físico a todos los inte-
lectuales y los harían más resistentes.—
El Ministerio de Curación,
182 (1905)
.
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