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Mente, Carácter y Personalidad 2
nuestra tristeza y perplejidad. Hermanos míos que piensan que están
entrando en la senda tenebrosa, y que tal como los cautivos de
Babilonia deben colgar sus arpas sobre los sauces, convirtamos la
prueba en un canto de gozo.
Pueden decir: ¿Cómo puedo cantar con una perspectiva tan os-
cura delante de mí, con esta carga de aflicción y dolor sobre mi
alma? ¿Pero nos han privado las aflicciones terrenales del Amigo
todopoderoso que tenemos en Jesús? El maravilloso amor de Dios
manifestado en el don de su amado Hijo, ¿no debería ser constan-
temente un tema de gozo? Cuando llevemos nuestras peticiones
al trono de la gracia, no olvidemos de ofrecer también himnos de
agradecimiento. “El que ofrece sacrificios de alabanza me honrará”.
Salmos 50:23
. La vida eterna de nuestro Salvador nos proporciona
un motivo constante de gratitud y alabanza.—
Mensajes Selectos
2:307 (1881)
.
Dejen a un lado ese dolor incontrolable (consejo a una familia
doliente)
Tal como Job, ustedes creían que tenían razón para estar apesa-
dumbrados y no querían que se los consolara. ¿Era razonable eso?
Saben que la muerte es un poder que no se puede resistir; no obstan-
te, han llevado sus vidas al borde de la inutilidad como consecuencia
de ese pesar que no conduce a nada. Sus sentimientos han sido poco
menos que rebelión contra Dios. Vi que todos se concentraban en
su dolor, y daban rienda suelta a sus sentimientos y a sus emocio-
nes, hasta que sus ruidosas demostraciones de pesar inducían a los
ángeles a ocultar sus rostros y a apartarse de ese lugar.
Mientras daban rienda suelta a sus sentimientos, ¿se acordaron
de que tienen un Padre en el cielo que dio a su Hijo unigénito para
que muriera por nosotros, de manera que la muerte no fuera un sueño
eterno? ¿Recordaron que el Señor de la vida y la gloria pasó por la
tumba y la iluminó con su presencia? El discípulo amado dijo: “Es-
cribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren
en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque
sus obras con ellos siguen”.
Apocalipsis 14:13
. El apóstol sabía muy
bien de qué estaba hablando cuando escribió estas palabras; pero
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cuando le dan rienda suelta a ese dolor incontrolable, ¿es consistente