El pesar
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Guía que nos señala el camino; cualquiera sea nuestra perplejidad,
tenemos un buen Consejero; cualquiera sea nuestra preocupación,
nuestro pesar, luto o soledad, tenemos un Amigo que se identifica
con nosotros.—
El Ministerio de Curación, 192 (1905)
.
Cuando se anticipan las dificultades, se duplica el peso de la
carga
Estamos en un mundo donde impera el sufrimiento. Dificulta-
des, pruebas y tristezas nos esperan a cada paso mientras vamos
hacia la patria celestial. Pero muchos agravan el peso de la vida al
cargarse continuamente de antemano con aflicciones. Si encuentran
adversidad o desengaño en su camino, se figuran que todo marcha
hacia la ruina, que su suerte es la más dura de todas, y que se hunden
seguramente en la miseria. Así atraen la desdicha y arrojan sombras
sobre cuanto los rodea. La vida se vuelve una carga para ellos.
Pero no tiene que ser así. Tendrán que hacer un esfuerzo decidido
a fin de cambiar el curso de sus pensamientos. Pero el cambio es
posible. Su felicidad, para esta vida y para la venidera, depende
de que fijen su atención en cosas alegres. Dejen ya de contemplar
los cuadros lóbregos de su imaginación; consideren más bien los
beneficios que Dios esparció en su senda, y más allá de estos, los
invisibles y eternos.—
El Ministerio de Curación, 191 (1905)
.
Cuando se proyecta una sombra
No es bueno reunir todos los recuerdos desagradables de la vida
pasada, sus iniquidades y desengaños, hablar de estos recuerdos y
llorarlos hasta estar abrumados de desaliento. Un alma desalentada
está llena de tinieblas, impide que a su propio corazón llegue la luz
divina, y proyecta sombra en el camino de los otros.—
El Camino a
Cristo, 119 (1892)
.
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Hablemos más de las bendiciones y menos de las tribulaciones
Es grande la misericordiosa bondad con que el Señor nos trata.
Nunca dejará ni olvidará a los que confían en él. Si pensáramos y
habláramos menos de nuestras pruebas, y más de la misericordia
y la bondad de Dios, nos sobrepondríamos a una buena parte de