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Mente, Carácter y Personalidad 2
La tentación prueba al máximo la fuerza de voluntad
Es nuestro privilegio como hijos de Dios mantenernos firmes en
la profesión de nuestra fe, sin ser conmovidos. A veces el engañoso
poder de la tentación parece exigir hasta el máximo nuestra fuerza
de voluntad, y ejercer fe parece completamente contrario a todas
las evidencias del sentido o la emoción; pero nuestra voluntad debe
mantenerse del lado de Dios. Debemos creer que en Jesucristo se
encuentran la fuerza y la eficiencia duraderas [...]. Hora a hora
debemos mantener triunfante nuestra posición en Dios, poderosa en
su fuerza.—
Nuestra Elavada Vocacion, 126 (1890)
.
Educación no es adiestramiento
La educación de los niños, en el hogar y en la escuela, no debe
ser como el adiestramiento de los animales. Los niños tienen una
voluntad inteligente, que debe ser dirigida para que controle todas
sus facultades. Los animales necesitan ser adiestrados porque no
tienen razón ni intelecto. Pero a la mente humana se le debe enseñar
el dominio propio. Debe educársela para que rija al ser humano,
mientras que los animales son controlados por un amo, y se les
enseña a someterse a él. El amo es mente, juicio y voluntad para la
bestia.—
Joyas de los Testimonios 1:315 (1872)
.
La voluntad debe ser orientada, no destruida
Un niño puede ser educado de manera que no tenga voluntad
propia, como el animal. Aun su individualidad puede fundirse con la
de aquel que dirige su adiestramiento; para todos los fines y propó-
sitos, su voluntad está sometida a la voluntad del maestro. Los niños
así educados serán siempre deficientes en energía moral y respon-
sabilidad individual. No se les ha enseñado a actuar por la razón y
los buenos principios; sus voluntades han sido controladas por otros
y su mente no ha sido despertada para que se expanda y fortalezca
por el ejercicio. Sus temperamentos y capacidades mentales no han
sido dirigidos ni disciplinados para ejercer facultades más poderosas
cuando lo necesiten.
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Los maestros no deben detenerse allí, sino que han de dar aten-
ción especial al cultivo de las facultades más débiles, para que se