Página 362 - Mente, Car

Basic HTML Version

358
Mente, Carácter y Personalidad 2
lado equivocado, cuando el Señor querría que fueran fieles, capaces
de discernir entre el bien y el mal.—
Manuscrito 121, 1898
.
[331]
Dos elementos del carácter
La fortaleza del carácter depende de dos cosas: de la fuerza
de voluntad y de la capacidad de dominio propio. Muchos jóvenes
confunden fortaleza de carácter con una pasión fuerte e incontrolada,
pero la verdad es que el que se deja dominar por sus pasiones es
débil. La verdadera grandeza y nobleza del hombre se mide por el
poder de los sentimientos que subyuga, y no por el poder de los
que lo dominan. El hombre fuerte es el que, aunque sensible al mal
trato, domina sus pasiones y perdona a sus enemigos. Los tales son
verdaderos héroes.—
Testimonies for the Church 4:656 (1881)
.
Voluntad unida al poder divino
Todos pueden llegar a ser hombres de responsabilidad e influen-
cia si, mediante la fuerza de voluntad unida al poder divino, se
entregan fervientemente a la obra. Ejerciten las facultades mentales,
y en ningún caso descuiden las físicas. No permitan que la desidia
intelectual les cierre la senda de un conocimiento mayor. Aprendan
a reflexionar y a estudiar, para que sus mentes puedan expandirse,
fortalecerse y desarrollarse. Nunca crean que han aprendido lo sufi-
ciente y que pueden disminuir sus esfuerzos. La mente cultivada es
la medida del hombre. Su educación debe continuar durante toda su
vida; cada día tiene que estar aprendiendo y dándole un uso prácti-
co al conocimiento adquirido.—
Testimonies for the Church 4:561
(1881)
.
El uso correcto de la voluntad resiste la enfermedad
Se me mostró que muchos que son aparentemente débiles y
que siempre están quejándose, no están tan mal como se imaginan.
Algunos de ellos tienen una fuerte voluntad que si se la ejerciera
en la correcta dirección, sería un medio poderoso para controlar
la imaginación y así resistir la enfermedad. Pero con demasiada
frecuencia se ejerce la voluntad en la dirección equivocada, y esta
rehusa tenazmente someterse a la razón. La voluntad ya ha definido