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Mente, Carácter y Personalidad 2
Oración de David por su vejez
David notaba que aunque había sido recta la vida de algunos
mientras disfrutaban de la fuerza de la juventud, al sobrevenirles la
vejez parecían perder el dominio propio. Satanás intervenía y guiaba
su mente, volviéndolos inquietos y descontentos. Veía que muchos
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ancianos parecían abandonados por Dios y se exponían al ridículo y
al oprobio de los enemigos de él.
David quedó profundamente conmovido y se angustiaba al pen-
sar en su propia vejez. Temía que Dios lo abandonara y que, al ser
tan desdichado como otras personas ancianas cuya conducta había
notado, quedara expuesto al oprobio de los enemigos del Señor. Sin-
tiendo esta preocupación, rogó fervientemente: “No me deseches en
el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabe, no me desampa-
res [...]. Me enseñaste, Dios, desde mi juventud, y hasta ahora he
manifestado tus maravillas. Aun a la vejez y las canas, Dios, no me
desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, tu podencia
a todos los que han de venir”.
Salmos 71:9, 17-18
. David sentía
la necesidad de precaverse contra los males que acompañan a la
senectud.—
Joyas de los Testimonios 1:172, 173 (1864)
.
Dar a Dios lo que es de Dios
El hermano L es mayordomo de Dios. Se le han confiado medios
y debe comprender su deber de darle a Dios las cosas que son de
Dios. No debe dejar de entender lo que el Señor requiere de él, Mien-
tras vive y está en su sano juicio, debe aprovechar la oportunidad de
decidir el destino de la propiedad que Dios le ha confiado, en lugar
de dejarla para que otros la usen y dispongan de ella después de su
muerte.—
Testimonies for the Church 2:675 (1871)
.
No dejen cabos sueltos
El hermano L debería poner en orden todos sus asuntos, y no
dejar cabos sueltos. Es su privilegio ser rico en buenas obras y po-
ner para sí mismo un buen fundamento para el porvenir, de manera
que pueda echar mano de la vida eterna. No le conviene seguir las
sugerencias de su juicio vacilante. Debe buscar el consejo de herma-
nos de experiencia y procurar la sabiduría de Dios para que pueda