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Mente, Carácter y Personalidad 2
La disposición puede ser modificada
Por su misericordia, el Señor revela a los hombres sus defectos
ocultos. Él quiere que los seres humanos examinen con espíritu
crítico las complejas emociones y motivos de su propio corazón, y
disciernan lo que está mal, modifiquen su manera de ser y refinen sus
modales. Dios anhela que sus siervos conozcan su propio corazón.
Para que estos puedan darse cuenta a ciencia cierta de su situación,
el Señor permite que se vean sometidos al fuego de la aflicción, y
así se purifiquen.—
MeM 94 (1894)
.
La disposición lúgubre socava la eficiencia del maestro
Más que nadie, el encargado de educar a los jóvenes debe preca-
verse contra el ceder a una disposición sombría o lóbrega; porque
ella le impedirá simpatizar con sus alumnos, y sin simpatía no puede
beneficiarlos. No debemos oscurecer nuestra propia senda o la ajena
con la sombra de nuestras pruebas. Tenemos un Salvador a quien re-
currir, en cuyo oído compasivo podemos volcar toda queja. Podemos
confiarle todos nuestros cuidados y preocupaciones, y entonces nues-
tra labor no parecerá difícil ni severas nuestras pruebas.—
Consejos
para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristia-
na, 221, 222 (1913)
.
Combinemos la simpatía con la integridad
La religión de Jesús ablanda cuanto haya de duro y brusco en
el genio, y suaviza los modales toscos y violentos. Hace amables
las palabras y atrayente el porte. Aprendemos de Cristo a combinar
la pureza y la integridad con una disposición alegre. Un cristiano
bondadoso y cortés es el argumento más poderoso que se pueda pre-
sentar en favor del cristianismo.—
Obreros Evangélicos, 128 (1915)
.
La alimentación inadecuada malogra la disposición
Muchos echan a perder su ánimo o disposición comiendo en
forma impropia. Debemos ser tan cuidadosos para aprender las lec-
ciones de la reforma pro salud como lo somos para tener nuestros