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Mente, Carácter y Personalidad 2
Las semillas de la duda yacen ocultas
Los que están perturbados por las dudas y tienen dificultades
que no pueden resolver, no deben arrojar a otras mentes débiles en
las mismas perplejidades. Algunos han sugerido su incredulidad,
han hablado acerca de ella, y la han transmitido a otros, sin darse
cuenta del efecto que esto produce. En algunos casos las semillas de
incredulidad han provocado un efecto inmediato, mientras que en
otros han permanecido sepultadas por mucho tiempo, hasta que el
individuo ha asumido una conducta equivocada y le ha dado lugar al
enemigo, se le ha quitado la luz de Dios y ha caído bajo las poderosas
tentaciones de Satanás. Entonces las semillas de incredulidad, que
habían sido sembradas hacía tanto tiempo, comenzaron a germinar.
Satanás las cultivó, y dieron su fruto.
Todo lo que provenga de los ministros que deben estar en la
luz, ejerce una poderosa influencia. Y cuando no permanecen en
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la clara luz de Dios, Satanás los usa como instrumentos suyos, y
lanza sus dardos de fuego por medio de ellos hacia las mentes que
no están preparadas para resistir lo que estaban recibiendo de sus
ministros.—
Testimonies for the Church 1:378 (1863)
.
Nuestro deber es creer
Crean que la palabra de Dios no fallará, sino que el que prometió
es fiel. Es su deber creer que Dios cumplirá su palabra y perdonará
sus pecados, tanto como lo es el confesarlos. Deben ejercer fe en
Dios como en alguien que hará justamente lo que ha dicho, a saber,
perdonarles todas sus transgresiones.
¿Cómo podemos saber que el Señor es realmente nuestro Salva-
dor, que perdona nuestros pecados, y así experimentar profundamen-
te su bendición, la gran gracia y el amor que ha asegurado a los de
contrito corazón, a menos que creamos cabalmente en su palabra?
Oh, cuántos hay que andan dolientes, pecando y arrepintiéndose,
siempre bajo una nube de condenación. No creen en la palabra del
Señor. No creen que obrará como lo ha dicho.—
Carta 10, 1893
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