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La mente y la salud espiritual
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nes, vencedor de principados y potestades, de los “gobernadores de
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las tinieblas” y de las “huestes espirituales de maldad en las regio-
nes celestes”.
Efesios 6:12
.—
La Historia de Profetas y Reyes, 359
(1917)
.
La mente recibe energía vital por medio del cerebro
El Señor quiere que nuestras mentes sean claras y precisas, ca-
paces de ver puntos importantes en su Palabra y en su servicio, para
hacer su voluntad, para depender de su gracia, para intercalar en su
obra una clara conciencia y una mente agradecida. Esta clase de
alegría fomenta la circulación de la sangre. Se le imparte energía
vital a la mente por medio del cerebro; por eso este nunca debe ser
sedado por medio de narcóticos ni excitado por medio de estimu-
lantes. El cerebro, los huesos y los músculos deben ser conducidos
para que actúen armoniosamente, de manera que todos funcionen
como máquinas bien reguladas, que trabajen sincronizadamente, sin
que ninguno sea demasiado exigido.—
Carta 100, 1898
.
La dispepsia influye para que nuestra espiritualidad vacile
Los principios de la reforma pro salud deben incorporarse a la
vida de cada cristiano. Los hombres y las mujeres que pasan por
alto estos principios no pueden ofrecerle a Dios una devoción pura
y vigorosa; porque el estómago dispéptico o el hígado perezoso
influyen para que la vida religiosa sea incierta.
El consumo de carne de animales muertos tiene un efecto perju-
dicial sobre la espiritualidad. Cuando se hace de la carne el principal
producto alimentario, las facultades superiores caen bajo el dominio
de las pasiones inferiores. Esto es una ofensa a Dios, y provoca la
decadencia de la vida espiritual.—
Carta 69, 1896
.
Obrar con rectitud es la mejor medicina
La conciencia de que se está obrando con rectitud es la mejor
medicina para los cuerpos y las mentes enfermos. La bendición
especial de Dios que reposa sobre los que la reciben es salud y
fortaleza. La persona cuya mente esté tranquila y satisfecha en Dios,
está en la senda de la salud [...].