Capítulo 55—El dolor
No es Dios el causante del dolor
Demuestren que no es Dios quien causa el dolor y el sufrimiento,
sino que el hombre, por su propia ignorancia y pecado, atrajo esa
condición sobre sí mismo.—
Joyas de los Testimonios 2:518 (1900)
.
El pecado produce dolor
La continua transgresión del hombre durante seis mil años ha
producido enfermedad, dolor y muerte. Y a medida que nos acerque-
mos al fin, la tentación de complacer el apetito será más poderosa y
más difícil de vencer.—
Joyas de los Testimonios 1:423 (1875)
.
La naturaleza nos advierte mediante el dolor y el sufrimiento
Muchas personas viven violando las leyes de la salud, e ignoran
la relación que existe entre sus hábitos de comida, bebida y trabajo, y
la salud. No comprenden cuál es su verdadera condición hasta que la
naturaleza protesta contra los abusos a que se la somete, provocando
dolores en el organismo. Si tan solo en ese momento los pacientes
[156]
comenzaran a obrar bien y se utilizaran los recursos sencillos que
han descuidado: el uso de agua y el régimen de alimentación debido,
la naturaleza tendría justamente la ayuda que necesita y que debería
haber tenido mucho tiempo antes. Si se adoptan estas medidas, por
lo general el paciente se restablecerá sin debilitarse.—
Mensajes
Selectos 2:516 (1865)
.
La intemperancia provoca sufrimiento
Muchos están tan dedicados a la intemperancia que no cambiarán
su proceder de complacer la glotonería bajo ninguna consideración.
Antes sacrificarían la salud, y morirían prematuramente, que restrin-
gir su apetito intemperante. Y hay muchos que son ignorantes de la
182