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Mente, Carácter y Personalidad 2
Dios no anula su ley
El Señor no salva a los pecadores por medio de la abrogación
de su ley, fundamento de su gobierno en el cielo y en la tierra. Dios
es juez y guardián de la justicia. La transgresión de su ley en una
sola instancia, en el más pequeño detalle, es pecado. El Altísimo
no puede dejar a un lado su ley ni descartar el más pequeño de los
mandamientos para perdonar el pecado. La justicia, la excelencia
moral y la ley deben ser sostenidas y vindicadas delante del universo
celestial. Y esa santa ley no podía ser avalada por un precio menor
que la muerte del Hijo de Dios.—
The Review and Herald, 15 de
noviembre de 1898
.
Las leyes de Dios no fueron anuladas por él
Dios no anula sus leyes. No obra contrariamente a ellas. No
deshace la obra del pecado: la transforma. Por medio de su gracia,
la maldición se convierte en bendición.—
La Educación, 148 (1903)
.
2. La ley de Dios en el mundo físico
Leyes que surgen del amor
Las leyes de Dios se fundan en una inmutable rectitud, y han sido
conformadas para promover la felicidad de los que las obedecen.—
Hijos e Hijas de Dios, 269 (1888)
.
Los principios que todo ser humano debe obedecer fluyen del
corazón de amor infinito.—
Mensajes Selectos 2:247 (1893)
.
La ley del servicio
Los seguidores de Cristo han sido redimidos para servir. Nuestro
Señor enseña que el verdadero objetivo de la vida es el servicio.
Cristo mismo fue obrero, y a todos sus seguidores les presenta la
ley del servicio, el servicio a Dios y a sus semejantes. Aquí Cristo
presenta al mundo un concepto más elevado acerca de la vida de lo
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que jamás ellos habían conocido. Mediante una vida de servicio en
favor de otros, el hombre se pone en íntima relación con Cristo. La
ley del servicio viene a ser el eslabón que nos une a Dios y a nuestros
semejantes.—
Palabras de Vida del Gran Maestro, 262 (1900)
.