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Mente, Carácter y Personalidad 2
Recibimos mejor trato que el que recibió nuestro Señor.—
El Minis-
terio de Curación, 378 (1905)
.
La autoconmiseración deteriora los caracteres de los que al-
bergan esos sentimientos, y ejerce una influencia que malogra la
felicidad de los demás.—
Manuscrito 27, 1902
;
Medical Ministry,
177
.
Capacidad para soportar la indiferencia
El alma que ama a Dios se eleva por encima de la neblina de
la duda; obtiene un conocimiento experimental brillante, amplio,
profundo y viviente, y se vuelve humilde y semejante a Cristo. El
que confía su alma a Dios, está oculto con Cristo en Dios. Podrá
sufrir la prueba de la indiferencia, los ultrajes y el desprecio, porque
su Salvador sufrió todo eso. No llegará a estar malhumorado y
desanimado cuando lo opriman las dificultades, porque Jesús no
fracasó ni llegó a desanimarse. Cada verdadero cristiano será fuerte
no con la fortaleza ni los méritos de sus buenas obras, sino en la
justicia de Cristo que le es imputada por medio de la fe. Es algo
grande ser humilde y manso de corazón, ser puro e incontaminado
como lo fue el Príncipe del cielo cuando anduvo entre los hombres.—
Comentario Bíblico Adventista 7:919 (1889)
.
No nos preocupemos por la indiferencia de los demás
Es el amor a nosotros mismos lo que destruye nuestra paz. Mien-
tras viva el yo, estaremos siempre dispuestos a protegerlo contra
los insultos y la mortificación; pero cuando hayamos muerto al yo
y nuestra vida esté escondida con Cristo en Dios, no tomaremos a
pecho los desdenes y desaires. Seremos sordos a los vituperios y
ciegos al escarnio y al ultraje.—
El Discurso Maestro de Jesucristo,
19 (1896)
.
[275]
El desaliento es resultado de la inactividad
El desaliento es con frecuencia el resultado de la inactividad. Las
manos y la mente deben estar ocupadas en actividades útiles, que
contribuyan a alivianar la carga de los demás; quienes se dediquen a
esto se beneficiarán también a sí mismos. La ociosidad da tiempo