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La depresión
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espíritu, y a destruir mi fe y mi ánimo.—
Testimonies for the Church
1:185 (1859)
.
El poder que se pide prestado resulta en depresión
—Debido
a la intemperancia que comienza en el hogar, los órganos digestivos
primero se debilitan, y pronto el alimento común no satisface el
apetito. Se crean condiciones malsanas y hay un anhelo de alimento
más estimulante. El té y el café producen un efecto inmediato. El
sistema nervioso se excita bajo la influencia de estos venenos y en
algunos casos, por un momento, el intelecto parece vigorizarse y la
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imaginación hacerse más vívida. Debido a que estos estimulantes
producen resultados tan agradables, muchos llegan a la conclusión
de que los necesitan realmente, pero hay siempre una reacción.
El sistema nervioso ha tomado prestada energía de sus recursos
futuros para usarla en el momento y todo ese vigor pasajero es se-
guido por una depresión consiguiente. La rapidez del alivio obtenido
por el té y el café es una evidencia de que lo que parece ser energía
es tan sólo excitación nerviosa y, por lo tanto, debe ser un daño para
el organismo.—
Conducción del Niño, 379, 380 (1890)
.
La fría austeridad en el matrimonio es causa de depresión
(consejo a un esposo)
—Cuando Ud. se casó, su esposa lo amaba.
Era sumamente sensible, pero con paciencia de su parte y fortaleza
por parte de ella, su salud no sería lo que es hoy. Pero su fría aus-
teridad hizo de Ud. un témpano de hielo que congeló el canal del
amor y el afecto. Su tendencia a censurar y a descubrir errores ha
sido como un granizo desolador que cae sobre una planta sensible.
Ha congelado y casi ha destruido la vida de la planta. Su amor al
mundo está consumiendo los buenos rasgos de su carácter.
Su esposa tiene otra actitud y es más generosa. Pero cuando ella
ha manifestado sus tendencias generosas, aun en cosas de poca im-
portancia, Ud. ha experimentado un menoscabo de sus sentimientos
y la ha censurado. Ud. alienta una actitud cerrada y resentida. Le
hace sentir a su esposa que es una carga, y que no tiene derecho de
ser generosa a sus expensas. Todas estas cosas son de una naturaleza
tan desalentadora, que ella se siente sin esperanzas y desamparada,
y no tiene fuerza para hacerles frente, sino que se repliega ante la
fuerza del golpe. Su enfermedad es depresión nerviosa. Si su vida
matrimonial fuera agradable, tendría un alto grado de salud. Pero du-
rante toda su vida de casado el demonio ha sido huésped en el seno