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Mente, Cáracter y Personalidad 2
Depresión mental: producto de habitaciones poco ventila-
das
—Las consecuencias de vivir en habitaciones cerradas y mal
ventiladas son éstas: el organismo se debilita y pierde la salud, la
circulación de la sangre se hace más lenta en el cuerpo porque no
está purificada ni vitalizada por el limpio y vigorizante aire del cielo.
La mente se deprime y se ensombrece, mientras todo el organismo
se enerva, y es posible que se produzcan fiebre y otras enfermedades
agudas.—
Testimonies for the Church 1:702, 703 (1868)
.
La falta de oxígeno causa depresión y lobreguez
—Hay que
conceder a los pulmones la mayor libertad posible. Su capacidad
se desarrolla mediante el libre funcionamiento; pero disminuye si
se los tiene apretados y comprimidos. De ahí los malos efectos
de la costumbre tan común, principalmente en las ocupaciones se-
dentarias, de encorvarse al trabajar. En esta posición es imposible
respirar profundamente. La respiración superficial se vuelve pronto
un hábito, y los pulmones pierden la facultad de dilatarse...
Así se recibe una cantidad insuficiente de oxígeno. La sangre
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se mueve perezosamente. Los productos tóxicos del desgaste, que
deberían ser eliminados por la espiración, quedan dentro del cuerpo
y corrompen la sangre. No sólo los pulmones, sino el estómago, el
hígado y el cerebro quedan afectados. La piel se pone cetrina, la
digestión se retarda, se deprime el corazón, se anubla el cerebro,
los pensamientos se vuelven confusos, se entenebrece el espíritu,
el organismo entero queda deprimido e inactivo y particularmente
expuesto a la enfermedad.—
El Ministerio de Curación, 207 (1905)
.
La buena respiración suaviza los nervios
—Para tener buena
sangre, debemos respirar bien. Las inspiraciones hondas y completas
de aire puro, que llenan los pulmones de oxígeno, purifican la sangre,
le dan brillante coloración, y la impulsan, como corriente de vida,
por todas partes del cuerpo. La buena respiración calma los nervios,
estimula el apetito, hace más perfecta la digestión, y produce sueño
sano y reparador.—
El Ministerio de Curación, 206, 207 (1905)
.
La hidropesía y las enfermedades del corazón le causaron
depresión a Elena G. de White
—La enfermedad me ha opri-
mido mucho. Por años me he visto afligida por la hidropesía y las
enfermedades del corazón, que han tenido la tendencia a deprimir mi
Véase
Mensajes selectos 2:267-281
.