Página 113 - Mente, C

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La depresión
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su propia flaqueza y nublar sus mentes jóvenes y sensibles por su
propia depresión de espíritu, haciéndoles sentir que la casa es una
tumba y que la pieza de mamá es el lugar más lúgubre del mundo.
La mente y los nervios se entonan y fortalecen por el ejercicio de la
voluntad. En muchos casos, la fuerza de voluntad resultará ser un
potente calmante de los nervios.—
Joyas de los Testimonios 1:136
(1863)
.
Dos extremos manifestados en la conducta
—Los que no en-
tienden que es un deber religioso disciplinar la mente para que se
espacie en temas alegres, por lo general se sitúan en uno de estos
dos extremos: o están eufóricos como consecuencia de una continua
ronda de entretenimientos excitantes, de entregarse a conversaciones
frívolas, con risas y bromas; o están deprimidos, con grandes prue-
bas y conflictos mentales, que creen que pocos han experimentado o
están en condiciones de comprender. Estas personas pueden profesar
el cristianismo, pero se están engañando a sí mismas.—
The Signs
of the Times, 23 de octubre de 1884
;
Counsels on Health, 628, 629
.
Influencia de los impresos para alegrar o desanimar
—Mi
esposo ha trabajado incansablemente para llevar la obra de publica-
ciones a su actual estado de prosperidad. Vi que contaba con más
simpatía y amor de parte de sus hermanos de lo que él creía. Buscan
con ansias algo en el periódico que sea fruto de su pluma. Si hay
algo alegre en sus escritos, si se expresa en forma animadora, sus
corazones se alivian, y algunos hasta lloran de felicidad. Pero si éstos
expresan lobreguez y pesar, los rostros de sus hermanos y hermanas
se entristecen a medida que leen, y la actitud manifestada en sus
escritos se refleja en ellos.—
Testimonies for the Church 3:96, 97
(1872)
.
Un hombre desanimado es una carga para sí mismo (consejo
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a un estudiante de medicina)
—Se me presentó el hecho de que
en su clase de estudiantes médico-misioneros hay algunos cuyo
primer trabajo debe consistir en comprenderse a sí mismos, calcular
el costo, y saber, al comenzar a construir, sin van a ser capaces de
terminar o no. No permitamos que Dios sea deshonrado por el hecho
de que un hombre se quebrante mientras está recibiendo educación;
porque un hombre quebrantado y desanimado es una carga para sí
mismo.