Página 135 - Mente, C

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El dolor
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gracia de Cristo induce a los hombres a pronunciar palabras rectas
en toda circunstancia. El sufrimiento corporal no es excusa para las
acciones anticristianas.—
Manuscrito 19, 1892
.
Ubiquémonos por encima del dolor
—Muchas veces los en-
fermos pueden resistir la enfermedad, negándose sencillamente a
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rendirse al dolor o a permanecer inactivos. Sobrepónganse a sus
dolencias y emprendan alguna ocupación provechosa adecuada a
la fuerza. Mediante esta ocupación y el libre uso de aire y sol, mu-
chos enfermos demacrados podrían recuperar salud y fuerza.—
El
Ministerio de Curación, 190 (1905)
.
El uso de remedios no es una negación de la fe
—Si asumen la
actitud de que al orar por la curación del enfermo no deben usarse los
remedios sencillos provistos por Dios para aliviar el dolor y ayudar
a la naturaleza en su obra, como si esto fuera una negación de la fe,
están tomando una posición equivocada. Esto no es una negación de
la fe; está en estricta armonía con los planes de Dios.
Cuando Ezequías estaba enfermo, el profeta de Dios le trajo
el mensaje de que iba a morir. Clamó al Señor, y él escuchó a su
siervo y obró un milagro en su favor al darle la noticia de que
se le añadirían quince años a su vida. Una palabra del Señor, un
toque del dedo divino habrían curado a Ezequías al instante, pero
se dieron instrucciones especiales para que hiciera masa de higos y
se la pusiera en la parte afectada, y Ezequías se levantó para seguir
viviendo. En todo debemos movernos de acuerdo con la providencia
de Dios.—
HPMMW 54
, 1892;
Counsels on Health, 381, 382
.
El dolor es producto del pecado
—A causa del pecado del hom-
bre, “la creación entera gime juntamente con nosotros, y a una está
en dolores de parto hasta ahora”.
Romanos 8:22 (VM)
. Así cayeron
los sufrimientos y la muerte no solamente sobre la raza humana,
sino también sobre los animales. Le incumbe pues al hombre tratar
de aligerar, en vez de aumentar, el peso del padecimiento que su
transgresión ha impuesto a los seres creados por Dios. El que abusa
de los animales porque los tiene en su poder, es un cobarde y un
tirano.
La tendencia a causar dolor, ya sea a nuestros semejantes o a
los animales, es satánica. Muchos creen que nunca será conocida
su crueldad, porque las pobres bestias no la pueden revelar. Pero si
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los ojos de esos hombres pudiesen abrirse como se abrieron los de