Página 175 - Mente, C

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Conflicto y conformidad
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de principios. A menos que esto se haga, a menos que se preserve
cuidadosamente la línea de demarcación entre la iglesia y el mundo,
el resultado será la asimilación de éste.
Nuestro mensaje para la iglesia y nuestras instituciones es: “arre-
pentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.
Mateo 3:2
.
Hay que atesorar los atributos del carácter de Cristo, y éstos deben
ser un poder en las vidas del pueblo de Dios.—
Manuscrito 78, 1905
.
La costumbre está en guerra con la naturaleza
—Nuestra ci-
vilización artificial fomenta males que anulan los sanos principios.
Las costumbres y modas están en pugna con la naturaleza. Las prác-
ticas que imponen, y los apetitos que alientan, aminoran la fuerza
física y mental y echan sobre la humanidad una carga insoporta-
ble. Por doquiera se ven intemperancia y crímenes, enfermedad y
miseria.—
El Ministerio de Curación, 87 (1905)
.
Una costumbre puede ser adoptada cuando no viola los
principios
—Cuando las costumbres de la gente no entran en con-
flicto con la Ley de Dios, ustedes pueden conformarse a ellas. Si los
obreros no actúan así, no solamente estorbarán su propio trabajo,
sino que pondrán obstáculos en el camino de aquellos por quienes
trabajan, y les impedirán que acepten la verdad.—
The Review and
Herald, 6 de abril de 1911
.
Ruego a nuestros hermanos que se conduzcan cuidadosa y cir-
cunspectamente delante de Dios. Sigan las costumbres en el vestido
mientras estén de acuerdo con los principios de salud. Nuestras
hermanas vístanse sencillamente, como muchas lo hacen; que el
vestido sea de material bueno y durable, apropiado para su edad; y
que la cuestión del vestido no llene sus mentes. Nuestras hermanas
debieran vestirse con sencillez, con ropa modesta, con pudor y so-
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briedad. Dad al mundo una ilustración viviente del adorno interno
de la gracia de Dios.—
Conducción del Niño, 388 (1897)
.
Separados de las costumbres del mundo
—Así como Dios dio
a conocer su voluntad a los cautivos hebreos, que se habían apartado
de las costumbres y prácticas de un mundo que yacía en maldad,
comunicará el Señor la luz del cielo a todos los que aprecien un
“Así dice Jehová”. A ellos les comunicará su mensaje. A los que
estén menos ligados a las ideas del mundo y más separados de
la ostentación, la vanidad, el orgullo y el deseo de ocupar cargos
elevados, a los que se ponen de pie para ser su pueblo peculiar,