Página 187 - Mente, C

Basic HTML Version

La comunicación
183
Los ángeles están atentos para oír qué clase de informes das
al mundo acerca de tu Señor. Conversa de Aquel que vive para
interceder por ti ante el Padre. Esté la alabanza de Dios en tus labios
y tu corazón cuando estreches la mano de un amigo. Esto atraerá sus
pensamientos a Jesús.—
El Camino a Cristo, 120, 121 (1892)
.
Cristo se refirió directamente al punto
—En la enseñanza de
Cristo no existe razonamiento largo, rebuscado y complicado. El va
directamente al grano. En su ministerio leía todo corazón como un
libro abierto, y del caudal inextinguible de su tesoro sacaba cosas
nuevas y viejas, para ilustrar y reforzar sus enseñanzas. Tocaba el
corazón y despertaba las simpatías.—
El Evangelismo, 129 (1891)
.
Fáciles de comprender
—La manera como Cristo enseñaba era
bella y atrayente, y se caracterizaba siempre por la sencillez. El
revelaba los misterios del reino de los cielos por el empleo de figuras
y símbolos con los cuales sus oyentes estaban familiarizados; y el
común del pueblo lo oía gustosamente, porque podía comprender
sus palabras. No usaba palabras altisonantes, para cuya comprensión
habría sido necesario consultar un diccionario.—
Consejos para los
[596]
Maestros Padres y Alumnos, 227, 228; 183 (1913)
.
Empleaba un lenguaje sencillo
—La argumentación es buena
en su lugar, pero se puede lograr mucho más por medio de sencillas
explicaciones de la Palabra de Dios. Cristo ilustraba sus lecciones tan
claramente que los más ignorantes podían comprenderlas fácilmente.
Jesús no empleaba palabras largas y difíciles en sus discursos; usaba
un lenguaje sencillo, adaptado a las mentes de la gente común. En
el tema que explicaba no iba más lejos que hasta donde podían
seguirlo.—
Obreros Evangélicos, 178, 179 (1915)
.
Temas serios en contra de la insensatez sentimental
—¿Hay
algo más digno de embargar la mente que el plan de la redención?
Este es un tema inagotable. El amor de Jesús, la salvación ofrecida
por este amor infinito al hombre caído, la santidad del corazón, la
verdad preciosa y salvadora para estos postreros días, la gracia de
Cristo: éstos son temas que pueden animar el alma, y hacer sentir a
los puros de corazón aquel gozo que los discípulos sintieron cuando
Jesús vino y anduvo con ellos mientras viajaban a Emaús.
El que ha concentrado sus afectos en Cristo apreciará esta clase
de asociación santificada, y recibirá fuerza divina por un trato tal;
pero el que no tiene aprecio por esta clase de conversación prefiere