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Capítulo 64—Los hábitos
La Biblia nos da los principios
—La Palabra de Dios abunda en
principios generales para la formación de hábitos correctos de vida,
y los testimonios, generales y personales, han sido considerados para
atraer su atención más especialmente a esos principios.—
Joyas de
los Testimonios 2:279 (1889)
.
Como una red de hierro
—Una vez formado, el hábito es como
una red de hierro. Ud. intentará luchar desesperadamente contra
él, pero no podrá romperlo. Su única conducta segura consiste en
edificar para el tiempo y la eternidad.—
Carta 117, 1901
.
Las reglas del hábito
—Todos tienen el deber de observar reglas
estrictas en sus hábitos de vida. Esto es para vuestro propio bien,
estimados jóvenes y señoritas, tanto en sentido físico como moral.
Cuando os levantáis en la mañana, considerad hasta donde os sea
posible el trabajo que debéis realizar durante el día. Si es necesario,
tened una libreta de apuntes para anotar las cosas que debéis hacer,
y estableced un tiempo en el cual llevar a cabo vuestro trabajo.—
El
Evangelismo, 473 (1897)
.
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La regularidad en los hábitos mejora la salud
—Nuestro Dios
es un Dios de orden, y quiere que sus hijos estén dispuestos a orga-
nizarse y ponerse bajo su disciplina. ¿No sería mejor, por lo tanto,
romper el hábito de hacer de la noche día, y noche las primeras
horas de la mañana? Si los jóvenes quisieran formar hábitos de re-
gularidad y orden, mejorarían su salud, su espíritu, su memoria y su
disposición.—
The Youth’s Instructor, 28 de enero de 1897
.
Eliminemos la causa de la enfermedad
—Los hábitos correc-
tos, practicados con inteligencia y perseverancia, eliminarán la causa
de la enfermedad, y no habrá necesidad de recurrir a drogas fuertes.
Muchos avanzan paso a paso hacia sus complacencias antinaturales,
que producen un estado de cosas también antinatural.—
Manuscrito
22, 1887
;
Medical Ministry, 222
.
Los hábitos apropiados fomentan la salud
—La salud puede
ser lograda mediante hábitos de vida apropiados, y puede esperarse,
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