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Capítulo 72—Los pensamientos habituales
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Los pensamientos forman el carácter
—El hombre, “cual es
su pensamiento en su corazón, tal es él”.
Proverbios 23:7
. Muchos
pensamientos forman la historia no escrita de un solo día, y tienen
mucho que ver con la formación del carácter. Debemos vigilar estric-
tamente nuestros pensamientos, pues un pensamiento impuro deja
profunda impresión en el alma. Un pensamiento malo deja una mala
impresión en la mente. Si los pensamientos son puros y santos el
hombre mejora por haberlos acariciado. Aceleran el pulso espiritual
y aumentan el poder para hacer el bien. Y así como una gota de
lluvia prepara el camino para otra en el humedecimiento de la tierra,
un buen pensamiento prepara el camino para otro.—
Mensajes para
los Jóvenes, 142 (1901)
.
Elijamos los temas de los pensamientos
—Está al alcance de
todos escoger los temas que han de ocupar los pensamientos y
amoldar el carácter.—
La Educación, 127 (1903)
.
Se requiere un esfuerzo personal
—Nadie, fuera de vosotros,
puede controlar vuestros pensamientos. En la lucha por alcanzar
las normas más elevadas, el éxito o el fracaso dependerá mucho del
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carácter, y de la manera como se disciplinen los pensamientos. Si los
pensamientos están bien controlados, como Dios ha enseñado que
se controlen cada día, se fijarán en aquellos temas que nos ayudarán
a obtener una mayor devoción. Si son correctos, entonces como
resultado, las palabras también serán correctas; las acciones serán
de tal carácter que traerán gozo y consuelo a las almas.—
Nuestra
Elavada Vocacion, 114 (1886)
.
Hay que adiestrar los pensamientos
—Los pensamientos de-
ben ser disciplinados. Controlad la mente para que trabaje en la
dirección debida, y según las órdenes emanadas de planes bien for-
mados. De esta manera, cada paso que se dé será hacia el progreso,
y ningún esfuerzo o tiempo se perderá en seguir ideas vanas y planes
trazados al azar. Debemos considerar el blanco y el objeto de la vida,
y siempre mantener en vista propósitos dignos. Los pensamientos
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