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Mente, Cáracter y Personalidad 2
norma infalible. Quien actúe así sabrá que la Palabra de Dios es ver-
dad, y que la verdad nunca se contradice; todo lo que aparezca en las
enseñanzas de la así llamada ciencia, que contradiga las verdades de
la revelación de Dios, será mera suposición humana.—
Testimonies
for the Church 8:325 (1904)
.
Una falsificación de la verdad
—Hay solamente dos bandos.
Satanás obra con su poder avieso y engañoso, y valiéndose de po-
derosos engaños entrampa a todos los que no permanecen en la
verdad, que han apartado sus oídos de ella y se han vuelto a las
fábulas. Satanás mismo no permaneció en la verdad; él es el misterio
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de iniquidad. Por medio de su sutileza da a sus errores destructo-
res del alma la apariencia de verdad. En eso consiste el poder de
sus errores: engañar. Debido a que son falsificaciones de la verdad,
el espiritismo, la teosofía y otros engaños similares obtienen gran
poder sobre la mente de los hombres. Esta es la obra maestra de
Satanás. Pretende ser el salvador del hombre, el benefactor de la raza
humana, y así seduce más rápidamente a sus víctimas llevándolas a
la destrucción.—
Testimonios para los Ministros, 365 (1897)
.
El poder embrujador de Satanás
—Los magos de los tiempos
paganos equivalen a los mediums espiritistas, clarividentes y adivi-
nos de hoy. Las místicas voces que hablaban en Endor y en Efeso
están extraviando todavía a los hijos de los hombres con palabras
mentirosas. Si se descorriera el velo ante nuestros ojos, podríamos
ver a los ángeles malignos empleando todas sus artes para engañar
y destruir. Donde se ejerza influencia para inducir a los hombres
a olvidar a Dios, allí está Satanás ejerciendo su poder hechicero.
Cuando los hombres se entregan a su influencia, antes que puedan
darse cuenta, su mente se ha confundido y su alma se ha contamina-
do. El pueblo de Dios de la actualidad debería prestar atención a la
amonestación del apóstol a la iglesia de Efeso: “No participéis en
las obras infructuosas de las tinieblas, sino antes bien reprendedlas”.
Efesios 5:11
.—
Los Hechos de los Apóstoles, 238, 239 (1911)
.
No nos aventuremos en el terreno de Satanás
—Tenemos que
mantenernos cerca de la Palabra de Dios. Necesitamos sus amones-
taciones y el ánimo que nos da, además de sus amenazas y promesas.
Necesitamos el ejemplo perfecto ofrecido sólo en la vida y el carác-
ter de nuestro Salvador. Los ángeles de Dios cuidarán a su pueblo