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Problemas geriátricos
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trabajo y la abnegación de estos pioneros. El Señor no los pone a un
lado. Les proporciona gracia y sabiduría especiales.—
Testimonies
for the Church 7:287, 288 (1902)
.
Deben ser honrados y respetados
—Los ancianos portaestan-
dartes que todavía viven, no deberían ser puestos en situación difícil.
Los que sirvieron al Maestro cuando la obra era ardua, que soporta-
ron pobreza y permanecieron fieles a la verdad cuando eran pocos
en número, deben ser honrados y respetados siempre. Se me ha
instruido para que diga: Todo creyente debe respetar a los ancia-
nos pioneros que han soportado pruebas, dificultades y privaciones.
Son obreros de Dios y han desempeñado un papel prominente en la
edificación de su obra.—
Testimonies for the Church 7:289 (1902)
.
Hay que tratarlos como si fueran padres y madres
Mientras los portaestandartes de edad avanzada permanecen en el
campo, los que reciben el beneficio de sus labores deberían atender-
los y respetarlos. No los recarguéis con preocupaciones. Apreciad
su consejo y sus palabras de orientación. Tratadlos como padres y
madres que han soportado el peso del trabajo. Los obreros que en el
pasado se han anticipado a las necesidades de la causa realizan una
obra noble cuando, en lugar de llevar ellos mismos todas las cargas,
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las depositan sobre los hombros de hombres y mujeres jóvenes, y
los educan como Elías educó a Eliseo.—
Mensajes Selectos 2:260
(1900)
.
Consejo a los obreros evangélicos ancianos y probados
Quiera Dios bendecir y sostener a los obreros ancianos y probados.
Quiera el Señor ayudarles a ser sabios para preservar sus facultades
físicas, mentales y espirituales. El Altísimo me ha instruido para
que diga a los que han dado su testimonio en los primeros días del
mensaje: “Dios les ha dado la facultad de la razón, y quiere que
comprendan y obedezcan las leyes que tienen que ver con la salud.
No sean imprudentes. No trabajen excesivamente. Dediquen tiempo
a descansar. Dios quiere que permanezcan en su sitio y que hagan
su parte para salvar a hombres y mujeres de ser arrastrados por la
poderosa corriente del mal. Quiere que tengan puesta la armadura
hasta que él les diga que la pongan a un lado. Falta poco para que
reciban su recompensa”.—
Testimonies for the Church 7:289 (1902)
.
El mayor peligro
—Se me ha pedido que diga a mis hermanos
de edad que anden en humildad con Dios. No seáis acusadores de