Página 357 - Mente, C

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Cómo aconsejar
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resultado de vuestra intemperancia al comer o beber, los que esta-
mos a vuestro alrededor o nos relacionamos con vosotros, también
quedamos afectados por vuestra flaqueza. Hemos de sufrir por causa
de vuestra conducta errónea.
Si ella contribuye a disminuir vuestras facultades mentales o
físicas, y lo advertimos cuando estamos en vuestra compañía, que-
damos afectados por ello. Si en vez de tener espíritu animoso, sois
presa de la lobreguez, ensombrecéis el ánimo de todos los que os
rodean. Si estamos tristes, deprimidos y angustiados, y vosotros
gozáis de salud, podríais tener una mente clara que nos mostrase la
salida y dirigiese una palabra consoladora. Pero si vuestro cerebro
está nublado como resultado de vuestra errónea manera de vivir, a
tal punto que no podéis darnos el consejo correcto, ¿no sufrimos
acaso una pérdida? ¿No nos afecta seriamente vuestra influencia?
Tal vez tengamos mucha confianza en vuestro juicio y deseemos
vuestro consejo, porque “en la multitud de consejeros hay salud”.
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Proverbios 11:14
. Deseamos que nuestra conducta sea consecuente
ante los que amamos y anhelamos buscar el consejo que ellos nos
puedan dar con mente clara. Pero ¿qué interés tenemos en su juicio
si su energía mental ha sido recargada hasta lo sumo y la vitalidad se
ha retirado del cerebro a causa del alimento impropio que han puesto
en su estómago, o de una enorme cantidad de alimento, aunque sea
sano? ¿Qué interés tenemos en el juicio de tales personas? Ellas lo
ven todo a través de una masa de alimentos indigestos. Por lo tanto,
vuestra manera de vivir nos afecta. Resulta imposible seguir una
conducta errónea sin hacer sufrir a otros.—
Joyas de los Testimonios
1:182, 183 (1870)
.
Hay que tener cuidado al tratar con la gente
—Si llegaran
a entrar en el ministerio quienes... son descuidados y bruscos al
tratar con las personas, manifestarían los mismos defectos de carác-
ter, la misma falta de tacto y habilidad, al tratar con las mentes.—
Testimonies for the Church 5:399 (1885)
.
Cómo decir las cosas “con claridad”
—Se me ha capacitado
para decir con toda claridad las cosas a los que se hallaban confun-
didos. No me atreví a hacer otra cosa que decirles la verdad, porque
se me había dado un mensaje para ellos.—
Carta 271, 1903
.
Tratemos con las mentes como lo hizo Cristo
—Aprended a
tratar con las mentes así como Cristo lo hizo. A veces hay que hablar