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Mensajes Selectos Tomo 2
proporciona una prueba por la cual podemos conocer su verdad. El
profeta dice: “¡A la ley y el testimonio! Si no dijeren conforme a
esto, es porque no les ha amanecido”.
Isaías 8:20
.
Según esta declaración, resulta evidente que debemos ser es-
tudiantes diligentes de la Biblia, que debemos saber qué está de
acuerdo con la ley y el testimonio. Ninguna otra conducta es segura.
Jesús dice: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros
con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus
frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos
de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol
malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el
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árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es
cortado y echado en el fuego”.
Mateo 7:15-19
.—
The Review and
Herald, 23 de febrero de 1892
.
Una exhibición voluntaria es evidencia de un trabajo espurio
A medida que este hermano y su esposa referían sus experiencias,
que ellos pretendían haber tenido como resultado de haber recibido
el Espíritu Santo con poder apostólico, tuve la impresión de que se
trataba de una copia de aquello a lo cual habíamos tenido que hacer
frente y corregir en nuestros primeros días de existencia.
Hacia el final de nuestra entrevista, el Hno. L propuso que orára-
mos juntos, pensando que posiblemente durante la oración su esposa
experimentaría aquello que me habían descrito, y que entonces yo
estaría en condiciones de discernir si eso provenía del Señor o no.
No pude consentir en ello, porque se me ha indicado que cuando una
persona ofrece exhibir tales manifestaciones peculiares, eso constitu-
ye una clara evidencia de que no se trata de la obra de Dios.—
Carta
338, 1908
.
La Biblia no será reemplazada por los milagros
Que nadie tenga la idea de que providencias especiales o ma-
nifestaciones milagrosas constituyen una prueba de la autenticidad
de su obra o de las ideas que propone. Si mantenemos estas cosas
delante de la gente, producirán un efecto perjudicial y suscitarán
emociones malsanas. La obra genuina del Espíritu Santo en los