Página 117 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Los tres ángeles y el otro ángel
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en el Edén, cuando Dios le dijo a la serpiente: “Y pondré enemistad
entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te
herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.
Génesis 3:15
. Esta
constituye la primera promesa de un Salvador que saldría al campo
de batalla para desafiar el poder de Satanás y prevalecer sobre él.
[122]
Cristo vino a nuestro mundo para presentar el carácter de Dios tal
como está representado en su santa ley, porque su ley es una copia
de su carácter. Cristo era tanto la ley como el Evangelio. El ángel
que proclama el Evangelio eterno proclama también la ley de Dios;
porque el Evangelio de salvación induce a los hombres a obedecer
la ley mediante la cual sus caracteres son formados a la semejanza
divina.
En el capítulo 58 de Isaías se especifica la obra de los que adoran
a Dios, el Hacedor de los cielos y la tierra: “Los tuyos edificarán las
ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levanta-
rás”.
Isaías 58:12
. El monumento de Dios, su séptimo día de reposo,
será ensalzado. “Y serás llamado reparador de portillos, restaurador
de calzadas para habitar. Si retrajeres del día de reposo [margen:
sábado] tu pie [si dejares de pisotearlo], de hacer tu voluntad en
mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo
venerares..., yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a
comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha
hablado”.
Isaías 58:12-14
.
Aquí se revela claramente la historia de la iglesia y del mundo;
los que son leales y los que son desleales. Los que son leales, al
escuchar la proclamación del mensaje del tercer ángel, han vuelto sus
pasos hacia el camino de los mandamientos de Dios, para respetar,
honrar y glorificar al que creó los cielos y la tierra. Las fuerzas
opositoras han deshonrado a Dios al abrir una brecha en su ley, y
cuando la luz de su Palabra ha llamado la atención a sus santos
mandamientos y ha mostrado la brecha abierta en la ley por la
autoridad papal, entonces, para librarse de la convicción, los hombres
han procurado destruir toda la ley. ¿Pero han podido destruirla?
No; porque todos los que investiguen por sí mismos las Escrituras
verán que la ley de Dios permanece inmutable y eterna, y que su
monumento, el sábado, permanecerá por los siglos sin fin, señalando
al único Dios verdadero para distinguirlo de todos los dioses falsos.
[123]