¿Deberían los cristianos ser miembros de sociedades secretas?
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hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y
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discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a
Dios y el que no le sirve. Porque he aquí, viene el día ardiente como
un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán
estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los
ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama”.
Malaquías 3:16 a 4:1
.
Aquí se describe a la gente que es considerada muy favorecida
en el mundo; pero viene un tiempo cuando los hijos de Dios serán
distinguidos como aquellos que son honrados por Dios debido a que
ellos lo han honrado a él.
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llama-
dos hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le
conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como
él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí
mismo, así como él es puro”.
1 Juan 3:1-3
.
El camino mejor
Mientras los hombres de este mundo persiguen el honor tem-
poral, las riquezas y el poder como los grandes objetivos, el Señor
nos señala algo de mucho más valor que nuestras aspiraciones más
elevadas:
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en
su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme
y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y
justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. He aquí
que vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo circuncidado,
y a todo incircunciso”.
Jeremías 9:23-25
.
“Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en
Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que
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creyere en ella, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que
creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los
edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y:
piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la
palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.