Página 171 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Una exhortación dirigida a D. M. Canright
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cuando Ud. expresa sus turbios pensamientos y sentimientos, Sata-
nás está listo para hacer que esos pensamientos y sentimientos sean
tan intensamente poderosos en su carácter engañador, que muchas
almas lleguen a ser engañadas y a perderse a causa de la influencia
de un alma que ha elegido las tinieblas antes que la luz, y que se
ha colocado presuntuosamente al lado de Satanás, en las filas del
enemigo.
Ud. ha querido exaltarse demasiado, y realizar manifestaciones
que llamaran la atención y hacer ruido en el mundo, y como resultado
de esto, su ocaso ciertamente será en tinieblas. Ud. sufre cada día
pérdida eterna. El niño que se escapa de la escuela piensa que está
engañando a sus padres y a su maestro, ¿pero quién sufre la mayor
pérdida? ¿No es acaso él mismo? ¿No se está engañando a sí mismo
al privarse del conocimiento que podría obtener? Dios quiere que
seamos eficientes en la imitación del ejemplo de Cristo en términos
de buenas obras; pero Ud. se está evadiendo, está alimentando un
sentimiento que atormentará y envenenará su alma, y provocará su
propia ruina; se está evadiendo de las importantes cosas eternas,
y está privando a su alma de las riquezas, del conocimiento de la
plenitud de Cristo. Su ambición se ha elevado tanto que no aceptará
nada que no sea la exaltación de sí mismo. Ud. no se conoce a sí
mismo. Lo que siempre necesitó fue un corazón humilde y contrito.
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Cristo es el hombre modelo
¿Cómo fue la vida de Cristo? El cumplía tan ciertamente su
misión como Hombre modelo cuando trabajaba como carpintero
ocultando al mundo el gran secreto de su misión divina, como cuando
andaba sobre las olas coronadas de espuma en el mar de Galilea, o
cuando resucitaba a los muertos, o cuando moría como sacrificio por
el hombre a fin de poder elevar a toda la humanidad a una vida nueva
y perfecta. Jesús moró largo tiempo en Nazaret, desconocido y sin
honra, para que la lección de su ejemplo enseñase a los hombres y a
las mujeres cuán estrechamente deben caminar con Dios hasta en los
asuntos más comunes de la vida diaria. Cuán humillante, cuán rudo
y común fue este descenso de la Majestad del cielo, efectuado para
poder convertirse en uno de nosotros. Atrajo la simpatía de todos los
corazones al mostrarse capaz de simpatizar con todos. Los hombres