Página 211 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Los obreros de nuestras instituciones
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conocimiento, no debemos permitir que los sueldos se eleven tanto
que tienten a muchos. Habría que rebajar los sueldos de los médicos
antes que subirlos, porque hay una gran obra que debe hacerse. A
menos que tengáis una instrucción clara de parte del Señor, no es
aconsejable pagar a un hombre considerablemente más que a otro
que realiza un trabajo similar. Porque si se hace esto, los demás
pensarán que es perfectamente correcto esperar sueldos similares.
Debemos considerar las cosas desde todos los puntos de vista, y no
es conveniente pensar que podemos ofrecer una remuneración más
elevada a un obrero de éxito sencillamente porque él la pide. Más
bien debemos pensar qué podemos hacer en este momento, cuando
los campos están abriendo sus puertas y en adelante tendremos que
gastar en ellos más recursos que los que hemos invertido hasta ahora.
Estos son asuntos que probarán la fe de nuestro pueblo.
W. C. White:
Por cierto que prueban nuestra fe, Mamá, y espe-
cialmente cuando un grupo de obreros ha trabajado con un hombre
hasta que ha aprendido a amarlo y a admirarlo, hasta el punto de
creer que puede realizar un trabajo mejor que cualquier otra persona.
De manera que es natural para ellos pensar que es incorrecto que
los hermanos lo priven de aquello que él podría utilizar con ventaja.
Ellos piensan: “¿Qué son mil dólares, o mil quinientos dólares de
más, cuando la vida está de por medio?” Dicen: “A tal persona la
ha sacado adelante, y a tal otra le ha salvado la vida”; y piensan
que seríamos sumamente mezquinos si no accedemos a su pedido.
Dicen además: “Nadie trabaja y sufre más que el cirujano. Pensad
en las horas de dura labor, de ansiedad y de angustia mental que
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debe soportar, cuando una vida preciosa pende de un hilo”.
Pero, por otra parte, al considerar este asunto debemos recordar
que hay otras instituciones que reciben la influencia de nuestras
acciones. Vemos un sanatorio pobre y luchador situado en un lugar
hermoso, en una posición de trabajar en gran escala y con toda clase
de perspectivas favorables de hacer dinero si tan sólo pueden contar
con un médico brillante; y pueden tener un médico competente
si se los anima a que paguen solamente trescientos o quinientos
dólares más de lo que indica la escala de sueldos recomendada.
Ellos arguyen: “Si nos dejáis pagar unos pocos cientos de dólares
más de lo que habéis aconsejado, podemos ganar cinco mil dólares
para cubrir este pequeño gasto adicional realizado en los sueldos”.