22—Ayuda financiera en la preparación de obreros
Ayúdese a los jóvenes
Deberia convertirse en una parte del trabajo evangélico ayudar a
los jóvenes promisorios que demuestren que el amor a la verdad y la
justicia ejerce una influencia compelente sobre ellos, induciéndolos
a dedicarse a la obra de Dios, como médicos misioneros, como
colportores, o como evangelistas. Establézcase un fondo para llevar
a cabo esta obra. Salgan luego, los que han recibido ayuda, para
ministrar a los enfermos y a los dolientes. Esta obra ciertamente
abrirá el camino para que el bálsamo de Galaad se aplique a las
almas enfermas a causa del pecado (Manuscrito 35, 1901).
Ayuda prestada a nuestros primeros estudiantes de medicina
Mi esposo y yo misma nos unimos para apartar a tres jóvenes de
sus trabajos humildes, colocando mil dólares en las manos de cada
uno de ellos para que se preparasen como médicos. Esta ha sido
la selección que el Señor puso en la mente de mi esposo. El Señor
había concedido inteligencia y había manifestado su preferencia
por estos tres jóvenes, y ellos debían dedicarse a la práctica de la
medicina.—
Carta 322, 1905
.
[239]
Capacitación de administradores y evangelistas
Siempre debería realizarse un esfuerzo para alcanzar lo más
elevado, no en gastos para construir edificios más amplios y en os-
tentación, sino en las facultades, en la capacidad y en la competencia,
para que ellos sepan cómo dirigir esas grandes instituciones. Hay
que hacer provisiones e invertir recursos; hay que establecer un fon-
do para educar en nuestro país a hombres y mujeres procedentes de
otras naciones a fin de que sean capaces de llegar hasta las clases
más elevadas. Contamos con muy pocos talentos en las diferentes
ramas de la causa.—
Carta 44, 1887
.
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