Página 297 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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El empleo de remedios
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Todas estas cosas nos enseñan que debemos ser extremadamente
cuidadosos para no aceptar ideas e impresiones radicales. Debo
respetar sus ideas concernientes a la medicación a base de drogas;
pero aun en esto Ud. no siempre debe dar a conocer a sus pacientes
que descarta completamente las drogas, hasta que adquieran más
conocimiento sobre ese tema. Con frecuencia Ud. se coloca en una
posición que perjudica su influencia y no proporciona ningún bien,
al expresar todas sus convicciones. De este modo Ud. se aísla del
pueblo. Ud. debería modificar sus intensos prejuicios.
Carta 182,
1899
[A un obrero de ultramar].
Los remedios de Dios
.—Hay muchas maneras de practicar el
arte de sanar; pero hay una sola que el cielo aprueba. Los remedios
de Dios son los simples agentes de la naturaleza, que no recargarán
ni debilitarán el organismo por la fuerza de sus propiedades. El aire
puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la pureza en la
vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta
están muriendo millares; sin embargo estos remedios están pasando
de moda porque su uso hábil requiere un trabajo que la gente no
aprecia. El aire puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio
y amable, están al alcance de todos con poco costo; mientras que
las drogas son costosas, tanto en recursos como en el efecto que
producen sobre el organismo.—
Joyas de los Testimonios 2:142, 143
(1885)
.
[330]
El empleo de remedios sencillos
.—La naturaleza requiere cierta
ayuda para restituir las cosas a su condición debida, y esa ayuda
puede encontrarse en los remedios más sencillos, especialmente en
los remedios proporcionados por la misma naturaleza: el aire puro
y el conocimiento de la forma debida de respirar; el agua pura, y
el conocimiento del método correcto de aplicarla; abundancia de
sol en todas las habitaciones de la casa, si tal cosa es posible, y el
conocimiento acertado acerca de las ventajas que pueden obtenerse
con su uso. Todos éstos son medios poderosos y eficaces, y el pa-
ciente que ha obtenido conocimiento acerca de la forma de comer
y vestirse saludablemente, puede vivir con bienestar, paz y salud; y
no se verá obligado a ingerir drogas, las cuales en lugar de ayudar
a la naturaleza, paralizarán sus poderes. Si los enfermos y los que
sufren tan sólo obraran perseverantemente en la forma que saben
que deberían hacerlo en lo que atañe a vivir de acuerdo con los